Moderna se pone las pilas en el mercado mientras el reloj juega en su contra frente a Pfizer. Y no solo eso. Además, la farmacéutica antes famosa por la Viagra le gana claramente este año la partida bursátil: y es que Moderna pierde el doble en este 2022 en el mercado frente a las caídas anuales que registra su gran competidora en el universo de las vacunas contra la Covid-19.
Pero veremos quién gana finalmente la batalla judicial recién emprendida, de la que podría resultar claramente vencedora, a decir de los expertos. Pero vayamos al principio. La demanda de moderna conta su rival y su socia alemana BioNTech, se debe a la presunta infracción cometida por una patente de ARN mensajero. La compañía de Cambridge aduce que desde Pfizer “copiaron” sus métodos para codificar el material genético y utilizaron además la misma modificación genética que se vacuna contra la Covid-19.
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Hablamos de patentes presentadas entre 2010 y 2016 que cubren esta tecnología, y desde Moderna en la demanda, se indica que sometieron a pruebas clínicas cuatro vacunas candidatas diferentes y finalmente, procedieron con esa modificación química de ARN mensajero que aducen. Las demandas se han presentado en Massachussets y en la alemana Düsseldorf.
Desde Pfizer aducen que la tecnología utilizada en la fabricación procede de su socio alemán y es original de BioNTech. Lo que busca Moderna no es acabar con la fabricación de la vacuna de Pfizer sino objetener daños y perjuicios por el uso de esas patentes. Esto augura una larga batalla legal y según The Wall Street Journal acabaría con la “tregua” de las farmacéuticas que dejaron de lado estos habituales procesos legales durante la pandemia.
Los expertos consideran que, tras una guerra en los tribunales, lo normal es que haya acuerdo económico entre las dos partes.
En su gráfica de cotización, vemos que Moderna gana un 1,4% en la última semana bursátil, todo ello tras completar un aciago mes en el casi ha perdido un 26% de su precio en el mercado. Se moderan esas pérdidas en el trimestre, con caídas de apenas el 1% aunque en el año, los descensos en su cotización llevan a Moderna a perder en el mercado por encima del 45%.
Pero las buenas noticias también han llegado de las vacunas. En especial de esas respectivas aprobaciones por parte de la Agencia Europea del Medicamento, de la canadiense también y del CDC, el Centro para el Control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos para sus distintas variantes: lucha contra ómicron en adultos y en niños mayores de 12 años, según la zona del mundo.
Mientras en cuanto a recomendaciones, desde Tipranks de los 10 analistas que recoge el consenso, 4 optan por comprar el valor en el mercado, 5 por mantenerlo en cartera y otro más por venderlo. En cuanto a su precio objetivo, alcanza los 235,8 dólares por acción, con un avance del 70,2% para el valor.
Por su parte desde MorningStar, su analista Andrew Willis considera que es el valor de la semana tras la presentación de la demanda, porque consideran que el potencial que presenta su tecnología de ARN mensajero para futuras vacunas, lo que denomina “el software de la vida” es muy potente, así como su uso para tratamientos en el horizonte de terapia de reemplazo de proteínas para tratar enfermedades.
También llama la atención sobre su propiedad intelectual que se extenderá hasta 2033 para las patentes ya emitidas, señala y por encima de 2041 para las pendientes de desarrollo. Y aunque es una tecnología cada vez más utilizada en el sector, su experiencia en inteligencia artificial y tecnologías digitales podría marcar la diferencia frente a otras.
Su hándicap sigue siendo el mismo: la compañía depende en exceso de la vacuna contra la Covid, Spikevax que ha generado en el último trimestre 4.530 millones de euros, casi el 97% del total de ventas de la compañía. Para todo el presente año fiscal espera ingresar más de 21.000 millones de euros por este concepto.