El BCE ya empezó a ajustar su postura cuando recortó la compra de activos el año pasado, pero dada la débil inflación, no hay actualmente por qué cambiar la estrategia, dijo Coeure en una entrevista conjunta con el periódico francés Le Monde y el italiano La Stampa, según recoge Reuters.
El presidente del BCE, Mario Draghi, abrió la puerta a cambios de política la semana pasada, haciendo subir considerablemente el euro y la rentabilidad de los bonos, mientras los mercados esperan ahora que el BCE anuncie en septiembre un cambio en la compra de activos.
"De ser necesario, el Consejo de Gobierno continuará ajustando sus instrumentos tanto cualitativamente como cuantitativamente", dijo Coeure. "Pero cuando esto sea necesario, debería hacerse con cuidado y flexibilidad, y basado en lo que consideramos importante dentro del marco de nuestro mandato: el enfoque sobre la inflación".
"Necesitamos ser transparentes en nuestras comunicaciones a este respecto", dijo el economista francés. "De lo contrario corremos el riesgo de un ajuste más abrupto por parte de los mercados cuando las decisiones se tomen de verdad".
Coeure señaló que, aunque el crecimiento se está acelerando y ensanchando, fue principalmente el resultado de una política del BCE ultraflexible, todavía sin ser reforzada por políticas estructurales que sostendrían la expansión.