Microsoft ha basado su camino en la última década en compras de envergadura. Todos tenemos en mente la compra de Skype por 19.700 millones, los 2500 millones que pagó por Mojang, en el ámbito de los videojuegos, o los de ZeniMax y Bethesda que alcanzaron los 7.500 millones también en ese campo. Y por supuesto los 26.200 millones pagados por LinkedIn. Pero nada comparado con los 68.700 millones de dólares ofertados por Activision Blizzard, los creadores de Call of Duty, en enero del todavía presente ejercicio.

Y por ahí van los tiros en esta semana en doble vertiente para un valor, que recordemos, no marca cambios importantes en el mercado, en el saldo semanal, mensual y trimestral, a pesar del fuerte efecto Fed que sigue marcando, con el impacto de la subida de tipos que se mantendrá en 2023 y la sombra de la recesión en un valor claramente ligado al consumo con las ventas de PCs y sus servicios.

Por un lado, la lucha por esta operación que se le escapa de las manos, una vez que la Comisión Federal de Comercio intenta bloquear esta compra. La respuesta a la FTC de Microsoft, en este caso antimonopolio pasa, como no podía ser de otra manera, por sus alegaciones indicando que la operación de compra no dañará la competencia.

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Indican que han aprendido de las demandas antimonopolio del pasado y que sigue comprometidos con soluciones creativas de cara a los reguladores para proteger la competencia, a los consumidores y a los trabajadores del sector tecnológico. Y claro, ahí entran en juego las concesiones, como llegar los juegos de la firma a las consolas de Nintengo, la firma con Sony de un acuerdo de una década para que durante ese periodo los juegos de Activision lleguen a la vez a PlayStation y a su consola Xbox, aunque Sony no quiere negociar.

En su gráfica de cotización vemos que el valor se mueve con recortes del 1,45% en la última semana, mientras que las pérdidas en el mes alcanzan el 2%, y el bagaje en el trimestre, apenas muestra cambios, con recortes del 0,21%. En el año, las caídas rozan el 30% para los títulos de Microsoft.

Y por el otro llegaba la sorpresa de su posible nueva adquisición en 2023. De momento, ante la fuerte compra con Activision, las realizadas este año han sido muy determinadas y sin grandes presentaciones. Es el caso, en este diciembre de la compra de Lumenisity, una compañía de fibra hueca que servirá para reforzar la computación en la nube de Azure y permitir que dos factores, la seguridad y la latencia, estén más presentes.

Pero Reuters abre la puerta más allá en el próximo ejercicio: Hablamos de Netflix, tras su fuerte vinculación como socios publicitarios tras la entrada y adopción de los anuncios por parte de la plataforma, mientras que su presidente, Brad Smith también forma parte de la Junta de Netflix. Y pone de manifiesto que Microsoft vale 13 veces lo que la plataforma de streaming en estos momentos, con la mirada puesta en el mundo de los videojuegos, y más allá.

En cuanto a recomendaciones, desde TipRanks de los 25 analistas que siguen el valor 25 optan por comprar y dos más por mantener, con un precio objetivo medio que marca los 291 dólares por acción y un potencial recorrido alcista que roza el 23%.

Microsoft es uno de los grandes elegidos por Goldman Sachs en el sector tecnológico para 2023, con un precio objetivo que marca la firma de 315 dólares por acción y un dividendo que alcanza una rentabilidad del 1,11%, sobre todo mirando a la reducción de costes que espera para el próximo ejercicio y que podría repercutir positivamente sobre el valor en bolsa, todo ello hasta que se recupere la demanda.  

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