Al igual que otras empresas dedicadas al negocio de alquiler de inmuebles, durante la crisis sanitaria Merlin Properties ha lanzado una política comercial para ayudar a sus inquilinos en los pagos, con un impacto de 39,6 millones contabilizado como gasto excepcional en concepto de incentivos.
El grupo, especializado en oficinas, centros comerciales y plataformas logísticas, señaló que la parte baja de los resultados se vio lastrada por partidas atípicas, incluyendo la venta de activos y una menor revalorización de cartera que el pasado año.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) durante los nueve primeros meses del año fue un 13% menor que el del mismo periodo de hace un año, alcanzando los 276 millones de euros. Por su parte, el beneficio operativo cayó un 16,8% a 197,3 millones de euros.
El grupo dijo que la ocupación de su cartera de inmuebles alcanza el 94,1%, "ya casi" en los niveles de antes de la pandemia, y que el nivel de cobro se mantiene "inalterado por tercer trimestre consecutivo, con una litigiosiidad muy baja".
En concreto, el grupo computa 48 procedimientos post-covid por impago, sobre un total de 1.787 contratos. "De esos procedimientos, 13 han finalizado con estimación de nuestras pretensiones, en 8 hay oposición del inquilino y pasarán a vista y 27 están aún en trámites iniciales", dijo el grupo.
Los ingresos por rentas bajaron un 3,5% a 381 millones de euros, aunque incluyendo los incentivos el descenso fue del 13,4%. El grupo señaló que en términos comparables los ingresos tuvieron un incremento del 1,4%.
En julio, la empresa había dicho que preveía un beneficio operativo de 250 millones de euros, con un impacto de la COVID-19 en sus rentas de 70 millones en términos netos y 60 millones en beneficio operativo. Como resultado de la epidemia, preveía una evolución sin crecimiento en las valoraciones de inmuebles, con un descenso del 4,7% en el negocio minorista.
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