Los ratios que miden este conjunto de indicadores le dan a la hotelera una puntuación de 8 en una escala que va del cero al 10. Esta puntuación sitúa a la empresa en fase alcista, frente a la fase en la que se encontraba hasta ayer, de consolidación.
 

Tal y como se puede observar en el gráfico, los indicadores de momento, de volatilidad y la tendencia de Meliá Hotels
son positivos tanto en el medio como en el largo plazo. No ocurre lo mismo con el volumen, que tenderá a ser decreciente y sería el aspecto más negativo de este valor, según estas métricas.


En lo que va de año, el valor se deja algo más de un 7% en bolsa, aunque el consenso le otorga un potencial de un 20% desde los niveles actuales de cotización, ya que le dan un precio objetivo de 13,40.
 

En estos momentos, doce de las trece firmas que siguen la evolución de la compañía en bolsa aconsejan comprar y solo una opta por las ventas.
 
Justo ayer se conoció que la empresa continúa con su proceso de expansión internacional al anunciar un acuerdo por el que reforzará su presencia en Cabo Verde. A partir de ahora incorporará un complejo de tres hoteles de cuatro y cinco estrellas en la isla de Santiago. La empresa sumará 600 habitaciones y tendrá ocho complejos en el país africano.
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