El BCE quiere las mínimas tensiones posibles en los bonos soberanos y en las primas de riesgo, al tiempo que todo parece encaminado a que la situación macroeconómica del cuarto trimestre empeore respecto al rebote que se produjo en el tercer trimestre en las economías del Viejo Continente debido a las medidas de confinamiento parcial que se han tenido que tomar.
Las bolsas, además, han descontado en noviembre y este principio de diciembre un escenario positivo de noticias gracias al avance de las vacunas, y también a los posibles incentivos que puedan poner sobre la mesa la nueva Administración de Joe Biden al alimón con los principales bancos centrales del mundo.
El BCE ha ido deshojando la margarita en las últimas reuniones mensuales, pero ahora todos los inversores esperan que incremente su plan de compras ligadas al Covid-19 -Programa Especial Contra la Pandemia (PEPP, por su siglas en inglés)- hasta los 2 billones de euros. Su presidenta Christine Lagarde ha insistido una y otra vez que el BCE hará todo y cuanto esté en su mano con el objetivo de evitar que la crisis sanitaria y económica derive en un ‘shock’ mayor de deuda o financiero.
Además de ampliar el programa de compra de activos ligado a la pandemia, el mercado también espera una ampliación del horizonte de reinversión de este programa de compras de emergencia contra la pandemia hasta diciembre de 2021 o incluso junio de 2022. El BCE, asimismo, podría anunciar una mejora de las condiciones a los préstamos TLTRO para intentar de esta forma que se incremente el interés de las entidades en proporcionar créditos.
“Son muchas las expectativas puestas en esta reunión, como demuestran los niveles de rentabilidad alcanzados por los bonos soberanos de la eurozona con el bono de Portugal a 10 años en tasas negativas, el de España en el 0,03% y el de Italia en mínimos históricos (0,58%). También es representativo los niveles en los que se presenta el Bund alemán a 10 años (-0,6%), a pesar del buen comportamiento de los activos de riesgo en el mes de noviembre”, Germán García Mellado, gestor de renta fija de A&G Banca Privada.
“No esperamos rebajas en la facilidad de depósito ya que ahondaría en el problema de rentabilidad del sector bancario, al que, por otra parte, seguramente se apoye en esta reunión con una nueva ronda de financiación a través de los TLTROs (que garantizarían un incremento de la concesión de crédito por parte de los bancos a la economía real). Respecto a este instrumento, se manejan varias opciones que favorecerían a la banca, como son la rebaja del tipo por debajo de la facilidad de depósito, aumento del vencimiento o incremento en la capacidad de financiación de los bancos por cartera elegible”, añade.
Los bancos y su dividendo
Más allá de que el BCE no profundice en los males de la banca con sus medidas, desde las entidades financieras demandan que se les deje abonar ya dividendos con el objetivo de maquillar su cotización y atraer así a muchos inversores que invierten en base a los dividendos. Desde el mercado se baraja que el BCE abra ya la puerta a que los bancos puedan repartir sólo un 20% de su beneficio anual o incluso que sólo lo puedan hacer los bancos con mayores colchones de liquidez.
“Creo que se debería distinguir por entidades. Algunas podrían asumir el pago de dividendos dado su elevado nivel de capital y/o por el tipo su tipo de negocio. Para otras puede ser precipitado volver a pagar dividendos, sobre todo porque a día de hoy se desconoce realmente el daño que la crisis puede terminar causando en su cartera de créditos y hasta dónde puede crecer la morosidad. En unos meses creo que habrá más visibilidad para tomar una decisión de este tipo”, apunta Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
“Lo importante ahora es que los bancos apuntalen sus balances y su eficiencia con el objetivo de mejorar sus retornos financieros (RoE), que es bajísimo en este momento. El mercado no espera que se levante ya la limitación de repartir dividendos en un momento en el que podría haber tensiones de morosidad y donde lo importante es que fluya el crédito”, valora Rafael Ojeda, analista global macro de Fortage Funds.