Para que se produzca el Hindenburg Omen, dice McClellan, tienen que suceder tres cosas en un mismo día:
-Que el número de nuevos máximos de 52 semanas y de mínimos de 52 semanas
-Que el índice compuesto NYSE esté por encima del nivel que tenía hace 50 días hábiles.
-Que el Oscilador McClellan (un indicador que mide si el mercado está sobrecomprado o sobrevendido) esté por debajo de cero.
“Si se producen esas mismas circunstancias en el mismo día, entonces tenemos este Hindenburg Omen”, explica el analista. “Es bueno para 30 días, pero se invalida en cualquier momento en el que el oscilador McClellan se vuelve a ser positivo”, añade McClellan.
En este sentido, el experto dice que se produjo uno de esos “principios en esta semana”, que luego quedó invalidado, pero parece que se va a “producir de nuevo”. Lo cual sería peligroso de cara al futuro porque podrían terminar coincidiendo estas tres variables.
McClellan admitió que el Hindenburg Omen suele prever más problemas a menudo de los que en realidad “aparecen después”. “En septiembre tuvimos un gran aviso que luego se tradujo en las caídas de octubre”, señala el analista.