La guerra comercial se acentúa. Si bien cuando tratamos por primera vez el tema de los aranceles de EE.UU, las medidas de represalia china eran muy limitadas, notamos que ello no excluía la posibilidad de que se ampliaran. La semana pasada China anunció la implementación de aranceles de un 25% a 106 bienes estadounidenses importados valuados en casi $50.000 millones (basados en los datos de comercio de 2017), en respuesta a los aranceles que EE.UU busca imponerle a sus importaciones por valor similar. De esta forma comienza la guerra comercial de ojo por ojo, diente por diente. El presidente de EE.UU, Donald Trump, ha doblegado la apuesta al amenazar con gravar $100.000 millones en importaciones chinas. Esto no son buenas noticias para los activos cíclicos. Raramente en las guerras comerciales surge un ganador. Aunque los esfuerzos del director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Larry Kudlow, para apaciguar a los mercados, funcionaron temporalmente, han carecido de credibilidad después de que Trump volviera a contratacar a su manera. En respuesta a ello, China ha declarado que contrarrestará el proteccionismo estadounidense “hasta el final y cueste lo que cueste”, después de que las amenazas del mandatario estadounidense dejaran poco margen para disipar el impasse.
La demanda de activos refugio impulsa las inversiones en los ETP largos sobre oro ($23.9 millones), plata ($28.1 millones) y cestas de metales preciosos ($6.9 millones). En las últimas tres semanas las inversiones en ETPs sobre oro se han reactivado (por más de $20 millones) ante una reanudación de la demanda de activos refugio. En los ETP sobre plata, solamente en una semana de diez, se registraron reembolsos (por la leve cifra de $2.6 millones). De hecho sobre fines del mes pasado, los ETP sobre plata captaron el mayor volumen de inversión desde junio de 2017. Esto contrasta fuertemente con la percepción que tienen los inversores de futuros sobre plata, cuyo posicionamiento es negativo en extremo. La escalada de la guerra comercial es un factor que genera una incertidumbre política aún mayor. Es que dos semanas atrás, la Administración Trump contrató a un asesor de seguridad nacional de posición ultra conservadora en las políticas sobre Irán y Corea del Norte. Dado que China opera como canal diplomático entre EE.UU y Corea del Norte, esta postura extrema adoptada por EE.UU parece riesgosa a un mes de una eventual reunión entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un. Si bien hasta el momento el oro no se ha apreciado demasiado, los crecientes riesgos geopolíticos podrían reimpulsar significativamente su valor. Actualmente los inversores parecerían estar posicionándose en activos refugio para estar protegidos contra eventos adversos. Asimismo la decepción de los datos de empleo de EE.UU conocidos el viernes pasado, le dan al oro un impulso adicional. Es que de esta forma se reduce la necesidad a que la Fed adopte una posición extremadamente restrictiva sobre su política monetaria.
Los riesgos geopolíticos llevan a los inversores a reembolsar de los ETP sobre cestas de metales industriales, un total de $21 millones. Los metales industriales registraron la semana pasada los mayores reembolsos en ocho semanas. Es probable que los activos cíclicos tengan un desempeño negativo en caso de que el crecimiento de la economía global se vea afectado por las crecientes medidas proteccionistas.
Los ETP largos sobre crudo captan el mayor volumen de inversión en siete semanas, por un total de $20.6 millones. La caída de un 3.1% de los precios del crudo la semana pasada, llevó a los inversores a ampliar su exposición a los ETP largos sobre crudo y a tomar beneficios sobre los ETP cortos sobre crudo ($3.3 millones). Aunque éstos ya hayan salido a la caza de gangas, creemos que pueden surgir mejores puntos de entrada. Es que a los precios actuales, esperamos que la producción de crudo estadounidense siga aumentando. Para la reunión de mayo de la OPEC, esperamos que se comience a discutir cómo reducir gradualmente los actuales límites de producción en 2019. Los precios podrían verse afectados en caso de que la demanda mundial se contraiga a causa de la guerra comercial. Además, las expectativas de demanda de la Agencia Internacional de Energía, ya parecen demasiado optimistas. A precios más elevados, es difícil imaginar que la demanda continúe creciendo al ritmo que vimos el año pasado.