La vivienda en España se ha convertido en el principal problema de los españoles tal y como reflejó el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Uno de los motivos que agravan esta preocupación es la carga fiscal que tienen estos activos, ya que más del 25% del precio final de una vivienda de obra nueva en España corresponde a impuestos de carácter municipal, autonómico y estatal.
Esta proporción de impuestos puede aumentar si el terreno sobre el que se construye la vivienda no está completamente urbanizado o si la vivienda cuenta con calidades superiores. En estos casos, el coste de los impuestos puede superar el 30%.
Beatriz Toribio, secretaria general de APCE España, reforzó esta cifra durante su intervención sobre la vivienda en El Rincón Inmobiliario y destacó el peso de la fiscalidad en un sector que reclama medidas urgentes para llevar a cabo una reducción de costes y fomentar la inversión privada.
Entre los gravámenes más destacados se encuentran el IVA, el Impuesto de Sociedades, el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y las tasas municipales y autonómicas.
Según los datos de Eurostat en 2024, la carga fiscal de las viviendas en España representó 3.3% del PIB español, superando el 2,6% que corresponde a la media de la Unión Europea.
Esta elevada fiscalidad ha generado debate tanto entre los compradores como en el sector promotor, que consideran que el impacto de los impuestos en el precio final de las viviendas es un aspecto poco conocido pero clave en el mercado inmobiliario español.
Por ejemplo, en una vivienda valorada en 140.000 euros, se estima que el total de impuestos alcanza los 39.300 euros. Este dato incluye tanto los tributos que paga el comprador directamente como aquellos que los promotores adelantan y repercuten a posteriori en el precio final de la vivienda.
El precio de la vivienda aumentó el 6% en 2024
El mercado inmobiliario español experimentó un crecimiento estable en 2024, con un aumento del 6% en los precios de la vivienda. La demanda, impulsada por inversores extranjeros y nacionales, sigue siendo fuerte, mientras que la oferta en ocasiones es limitada por la escasez de suelo urbanizable en zonas tensionadas así como la burocracia administrativa de las entidades gubernamentales para la construcción de los parques de viviendas.
Aunque los costes de construcción se han estabilizado, la construcción de nuevas casas sigue ralentizada tanto para las constructoras como para las promotoras.
Los expertos consideran fundamental reducir las trabas burocráticas impuestas por las administraciones locales y gubernamentales, impulsando un escenario más eficiente para la inversión. Además, destacan la importancia de reforzar la colaboración público-privada, permitiendo la construcción de nuevas viviendas y facilitando el acceso a las propiedades para los ciudadanos.