Esta situación ha hecho que los canales tradicionales resulten menos transparentes en cuanto a la información proporcionada a sus clientes debido, principalmente, a su objetivo de rentabilidad enfocado en la cuenta de resultados. Aunque la legislación vigente trata de evitar estos conflictos de intereses, las soluciones son incompletas.
Las llamadas Fintech son las que, enfocadas en ciertas partes del sector bancario, están logrando hacerse un hueco, a pesar de que las entidades tradicionales siguen manteniendo cierto papel hegemónico. Pero ante esta situación, ¿qué es lo que buscan realmente los clientes del sector financiero español?
La demanda en el sector financiero busca una alternativa a lo tradicional que ofrezca un valor verdaderamente diferencial, que también le permita obtener cierta ganancia en lo referente a comodidad, seguridad, confianza y sencillez. Solo de esta manera, los clientes consiguen gestionar su dinero de una manera más personal y directa desde cualquier lugar. Esto ha hecho que acudir a una entidad bancaria comience a ser parte del pasado gracias a Internet que permite acceder a diferentes productos y servicios y compararlos desde el móvil. Y es en este escenario sin "arraigo por lo físico" donde surge una nueva fórmula de "sucursal" bancaria: el marketplace financiero. Un espacio digital en el que se aglutina una oferta financiera realmente independiente y especializada. Un verdadero espacio en el que el cliente consume la oferta financiera que quiere y no la que su banco quiere. Y todo ello a golpe de click y, cada vez más habitual, a golpe de dedo.
El objetivo de los Marketplace es evidente, que el cliente recupere el poder sobre sus finanzas y obtenga la ayuda necesaria para tomar las decisiones más inteligentes y eficientes para su economía.
De esta manera, el marketplace se sitúa como un "tercero" imparcial que llevamos años esperando que exista y que, muy a su pesar, los bancos tradicionales nunca fueron. Un lugar en el que verdaderamente la oferta se adecua a la demanda de una manera clara, coherente y sobre todo constante. Con su aparición se ha conseguido que la relación producto financiero - cliente cambie por completo y que sea éste el que verdaderamente elija lo que necesita y no lo que "no le queda más remedio que elegir"
En definitiva, el Marketplace es un modelo disruptivo y diferenciador dentro del sector de las finanzas. El máximo exponente de la revolución Fintech que busca la manera de romper las reglas de lo tradicional, innovando para hacer realidad la máxima de que el cliente sea quien finalmente consume y disfruta. Un nuevo modelo de consumo que había llegado al sector de la hospitalidad con Airbnb, al del contenido con Netflix o al del mundo de los vuelos con Skyscanner, sin embargo, nunca había llegado al mundo de las finanzas.
Y uno de esos Marketplace que está revolucionando la forma en la que el cliente entiende cómo gestionar sus finanzas es el de Bnext. Su Marketplace es un escaparate digital donde encontrar y contratar cualquier producto financiero en cualquier momento y desde cualquier lugar a través de su app. Con más de 350.000 clientes en su corta pero incansable y creciente historia, se han convertido en el referente de este novísimo sector financiero, al que no han tenido el miedo de repetirle que otra forma de “distribuir” productos financieros es posible.
Bnext ofrece a sus clientes un amplio abanico de productos y servicios financieros, sin la necesidad de estar ligado a ningún banco y de una forma sencilla. Para poder acceder a su Marketplace solo es necesario crear una cuenta en Bnext, que estará asociada a una tarjeta de prepago totalmente gratuita.
Desde hace más de dos años, Bnext trabaja para alcanzar acuerdos de colaboración con los distintos proveedores y poder ofrecer la comercialización de sus productos desde su App.
En el Marketplace de Bnext, el cliente puede contratar préstamos, avales, hipotecas, seguros, así como fondos de inversión o una cuenta remunerada. El objetivo es claro, permitir la contratación de productos de terceros con una experiencia de usuario impecable y sencilla y sin tener que pagar ningún tipo de comisión por ello, ya que Bnext (a diferencia de muchas entidades tradicionales) siempre ha planteado un modelo que no genera coste para el usuario, sino para quien vende en su marketplace. Un modelo que puede parecer lógico a priori pero que era inexistente hasta la llegada de la fintech española.
En definitiva, el Marketplace es una buena alternativa no solo para el cliente final sino también para las innumerables fintechs y entidades financieras existentes, que ven en este tipo de espacios mucho más que una nueva forma de comunicación. Estamos ante una nueva forma no solo de crear productos financieros sino de hacerlos accesibles, transparentes y verdaderamente útiles para todos los actores involucrados.