En su objetivo de convertirse en un centro médico-quirúrgico de referencia en España, Olympia Quirónsalud acaba de incorporar un sistema de última generación a su Unidad de Intervencionismo Ecoguiado y Terapias Biológicas, liderada por el doctor Borja Núñez de Aysa, encargada de valorar y realizar las terapias e infiltraciones, guiadas por técnicas de imagen, para las lesiones y patologías crónicas del aparato locomotor, así como para las deportivas.

Gracias a este novedoso dispositivo, denominado Angel (en inglés), el especialista introduce la sangre del paciente en la máquina y, ella misma, gracias a una célula fotovoltaica que contiene, va seleccionando y apartando cada célula en diferentes jeringuillas o botes para que los profesionales puedan formular el producto final que quieren para cada persona.

Por lo tanto, tal y como explica el Dr. Núñez, antes de atender al paciente, los profesionales son capaces de diseñar previamente la fórmula de plasma necesaria o indicada para poder tratar mejor la lesión y realizar una separación completamente medida y precisa de la sangre: “Decidimos si queremos que ese plasma sea muy rico en plaquetas, es decir, con una concentración determinada de plaquetas, con otra de linfocitos y con otra de neutrófilos. Después, eso será lo que infiltremos al paciente”.

Pionero en España dentro de las terapias regenerativas, Olympia ya ha realizado con éxito sus dos primeros tratamientos con PRP (Plasma Rico en Plaquetas) de última generación. “Ahora mismo, en nuestro país no hay ningún centro que tenga este dispositivo para hacer este tipo de terapias regenerativas con un estudio previo personalizado”, asegura el doctor.

Los tratamientos son completamente personalizados, y es que, tal y como apunta el Dr. Borja Núñez, “primero estudiamos la resonancia y el resto de pruebas de cada paciente, después observamos la zona lesionada y, a partir de esos datos, decidimos lo que queremos para esa persona”.

A continuación, realizan la fórmula que consideran más adecuada para la lesión en concreto y, una vez hecha la infiltración, el paciente se va a casa. “En función de la patología, cada persona necesitará un número u otro de infiltraciones. Se suele hacer una a la semana, pero dependerá de cada caso”, añade el jefe de la Unidad de Intervencionismo Ecoguiado y Terapias Biológicas de Olympia.

Diferencias respecto al sistema anterior
Según el Dr. Borja Núñez, la gran diferencia entre este novedoso dispositivo y las terapias anteriores de plasma rico en plaquetas es el tratamiento que se hace de la sangre extraída al paciente: “Las técnicas que existen en la actualidad no permiten contabilizar la riqueza de plaquetas que se obtiene en el procesamiento de la sangre, “con lo cual, asumimos que estamos poniendo un plasma rico en plaquetas, pero no lo podemos asegurar ni cuantificar, tampoco así el número de leucocitos o de neutrófilos”.

En ese sentido, asegura que, hoy en día, “en el 98 % de los centros de España te extraen la sangre, la introducen en una centrifugadora, se le da vueltas y eso se fracciona por el peso molecular, siguiendo un orden, en diferentes colores. La enfermera, con una pipeta, coge el color donde se cree que están las células ricas en plaquetas, se meten en un pequeño tubo y eso se infiltra. Se asume que eso es plasma rico en plaquetas, pero cómo de rico es no se sabe, sólo se presume”.

En definitiva, para el Dr. Borja Núñez, contar con esta nueva herramienta abre un panorama nuevo en las terapias regenerativas: “Vamos a poder tener una correlación completamente medida y ajustada a cada persona y cada lesión entre las terapias que realizábamos anteriormente y los resultados clínicos”. Por ello, señala que, mientras el tratamiento anterior era “inespecífico”, el que acaban de incorporar será “totalmente controlado”.

Además, afirma que la eficacia es notablemente mayor porque, “según los estudios científicos, el punto medio de estos tratamientos, con todos los dispositivos, es conseguir aumentar el número de plaquetas que infiltramos en cuatro veces al del torrente sanguíneo. Con este nuevo dispositivo se puede llegar a aumentar hasta 20 veces, por lo que somos capaces de generar una acción mucho mayor que la que realizábamos antes”, concluye.