Es muy fácil recurrir al archiconocido “No llores por mí Argentina”, así que más allá de los lugares comunes, la realidad: el Ibex se juega los 10.000 puntos con caídas de más del 1,5%, muy superiores a las del resto de Europa, y con sus principales valores cayendo con fuerza. Anoche, el peso argentino se depreció un 15% porque su banco central ya no puede gastar más reservas en respaldar su cotización. Las empresas españolas con intereses allí son muchas y de distintos sectores: Mapfre, Banco Santander, Telefónica, BBVA, Día, Endesa, NH, Gas Natural, Abertis, OHL....

Así lo explican los expertos de Bankinter: “Argentina mantiene intervenida su divisa desde hace unos tres años y el Gobierno ha impuesto severas restricciones al sector exterior de la economía para tratar de evitar el consumo rápido de reservas, lo que obliga a las empresas a importar un importe equivalente al que quieran exportar, entre otras medidas. Esto ha bloqueado parcialmente el PIB. En la práctica, la economía, sobre todo su sector exterior, ha estado parcialmente intervenida para tratar de evitar un rápido consumo de sus reservas, las cuales ha sido empleadas en sostener la divisa… Hasta el momento (hace un par de días) en que las reservas consumidas precisamente en mantener la divisa (30% del total de reservas en 2013) han sido excesivas y su banco central se ha visto obligado a dejar de dedicar reservas en ello (hoy Argentina tiene reservas por 29.260 millones de dólares, mínimo de siete años).

Además, el cuadro macroeconómico se volvía cada vez más delicado (...) Argentina no puede permitirse continuar consumiendo reservas en divisas para sostener su divisa, lo que pondrá de manifiesto que las cifras reales de su economía distan de las oficiales y precipitará rápidamente el deterioro del cuadro macroeconómico de la economía argentina, actuando a corto plazo como factor potenciador de las tomas de beneficios en las bolsas”.

M.G.