Los expertos del BlackRock Investment Institute (BII) acaban de publicar una nota en la que explican que “hacer ajustes en la cartera” con este objetivo puede contribuir a reducir los riesgos de cualquier inversor. Es más, sus investigaciones apuntan a que los activos vinculados a la lucha contra el cambio climático puede producir rentabilidades superiores.
En su opinión, no hacerlo implicaría que estaríamos asumiendo riesgos de varios tipos:
- Los avances tecnológicos en la generación, almacenamiento y consumo de energía que están lastrando los modelos de negocio actuales
- Las medidas normativas centradas en reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética
- La mayor frecuencia de episodios meteorológicos extremos
- Las presiones sociales para que las operaciones empresariales y las prácticas de los inversores institucionales incorporen una mayor conciencia climática.
Ellos creen que “los riesgos vinculados al clima se han infravalorado y no se han reflejado correctamente en las valoraciones, ya que se perciben como algo. No obstante, la percepción está cambiando a medida que los gobiernos y las empresas luchan por combatirlos de la mejor forma posible. El ritmo y las características de la transición hacia una economía con baja emisión de carbono podrían generar riesgo para algunas carteras. No obstante, los inversores que entienden estos desafíos serán capaces de aprovechar las oportunidades derivadas de estos acontecimientos”, apuntan.
Pero, ¿cómo preparar nuestras carteras para evitar estos riesgo?
Explican en la firma que “para aquellos que seleccionan títulos de forma activa, el BII sugiere incorporar herramientas y procesos que integren parámetros medioambientales automáticamente en su proceso de búsqueda, incluido el uso de combustibles fósiles, el consumo de agua y el nivel de emisión de carbono. Una vez entienden a qué títulos están expuestos, pueden tomar decisiones fundadas sobre cómo gestionar mejor este riesgo. Muchos están optando por optimizar sus carteras ajustando la ponderación de sus posiciones y alejándose del riesgo climático”.
En la entidad consideran que en el mercado están surgiendo oportunidades para poder batir a los índices. Ellos acaban de preparar una herramienta en la que otorgan puntuaciones medioambientales a las cotizadas dependiendo de criterios científicos de BlackRock para la creación de carteras inmunes al cambio climático. Todo indica que las empresas estadounidenses con mejores puntuaciones en su lucha contra el cambio climático suelen ser más rentables y generan mayores beneficios.