La caída de la demanda provocada por la crisis y el aumento de la capacidad de la industria en China y a precios muy baratos ha pasado factura a la compañía. Sobre todo por su fuerte repercusión en los precios del aluminio, cruciales para la evolución del negocio de la empresa y que han llegado a tocar en 2013 los mínimos de los últimos cuatro años.
La compañía ha explicitado que los precios del aluminio cayeron un 7% el año pasado.
Ahora algunos expertos creen que esta tendencia podría cambiar, ya se han visto algunos repuntes en las últimas semanas del año pasado. Cuando menos, los precios podrían mantenerse estables. Es decir, no variar mucho. Sobre todo porque las mejoras en la perspectiva de la economía mundial podrían provocar subidas.
De hecho, en Alcoa pronostican que la demanda de este producto crecerá un 7% en 2014.
Tal y como esperaban los expertos, la unidad que mejor se ha comportado ha sido la de productos elaborados para industrias como la del automóvil y el sector aeronáutico. En concreto, su beneficio ha crecido este año alrededor de un 20%.
Además, los buenos augurios para los segmentos del negocio que fabrican componentes de aluminio para la industria del automóvil y la aeroespacial hacen que los expertos pongan muchas esperanzas en esta parte del negocio.
La propia compañía estima que el aumento en las carteras de pedidos de Boeing y Airbus hayan aumentado las ventas del sector alrededor de un 10% en el pasado ejercicio.