¿Cómo le ha ido a la deuda de los mercados emergentes en estos mercados volátiles?
Los países de mercados emergentes se enfrentan a una crisis sanitaria con graves consecuencias financieras y económicas a nivel mundial. He pasado por muchas crisis en mi carrera y ésta es realmente extraordinaria. La deuda en dólares estadounidenses ha experimentado caídas de un 13% en lo que va de año. La deuda en moneda local de los emergentes ha bajado en un 15% en términos de dólares estadounidenses. La mayor parte de estas caídas refleja la debilidad de los tipos de cambio de los emergentes frente al dólar estadounidense. Dentro de la deuda en dólares, la que se ha debilitado de forma desproporcionada ha sido la de alto rendimiento, mientras que las caídas dentro del segmento de grado de inversión en los mercados emergentes están mucho más en línea con los movimientos sus pares en Estados Unidos. Los resultados también han sido desiguales en la deuda en moneda local, pero en realidad algunos de los mercados frontera han sido más estables. Esto podría deberse, probablemente, a la falta de liquidez y al hecho de la propiedad de sus bonos es insuficiente.
¿Puede hablar más sobre cómo varios mercados emergentes han sido impactados por la crisis?
Los países de emergentes se han visto afectados tanto directamente por los brotes del virus en cada estado de forma individual como indirectamente por el impacto en el crecimiento mundial y los precios de los productos básicos. El impacto directo es difícil de cuantificar, ya que es mucho más difícil seguir los casos del virus en estos países. A medida que recibamos datos de los mercados desarrollados a través de pruebas masivas, seremos capaces de extrapolar esos datos para esas zonas y tener una idea de las tasas de infección. Las políticas para contener el virus pueden poner fin a la actividad económica, mientras que las medidas para proteger la economía podrían causar problemas de sostenibilidad de la deuda o posiblemente de inflación. La compensación entre el daño económico y la eficacia de las medidas contra el virus es muy específica de cada país. El impacto indirecto variará dentro de la clase de activos, lo que refleja la creciente diversificación que hemos tenido en los últimos años. En primer lugar, hay países que en general se benefician de la reducción de los precios del petróleo, como Turquía (que se ha mantenido relativamente bien hasta ahora), México, que ahora es un importador neto de petróleo, Brasil, India y China. Entre los países que suelen verse afectados negativamente por la disminución de los precios del petróleo figuran los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), pero hay una diferencia adicional entre los países que pueden resistir la disminución de los precios del petróleo gracias a los fondos para el petróleo u otros presupuestos de aprovisionamiento y flexibles -por ejemplo, Rusia- y los que son menos dependientes, como Colombia. Aparte de los exportadores de petróleo, los países que dependen del turismo y los viajes o de las remesas se han visto afectados negativamente. Se trata por lo general de economías más pequeñas y vulnerables, como Sri Lanka, Filipinas, la República Dominicana y Egipto. Algunos países ya tienen acceso a financiación externa -por ejemplo, Rusia-, mientras que otros cuentan con mecanismos del FMI, por lo que será más fácil obtener financiación adicional, por ejemplo, México y Colombia; o ya tienen programas como Pakistán, Angola y Etiopía... Por último, los mercados que se rigen más por factores internos estarán relativamente más aislados de lo que ocurre en el resto del mundo. Muchos de ellos son los de mayor tamaño como Brasil y la India- que tienen una gran base de compradores de bonos nacionales y/o una menor propiedad extranjera de bonos en moneda local.
¿Cómo podría el entorno actual impactar los fundamentales en los mercados emergentes?
Estamos observando muchos estímulos monetarios y fiscales directos de los países emergentes, lo que plantea interrogantes sobre cómo se financiarán y sí podría afectar al acceso a la deuda a largo plazo de estos estados. Los niveles de deuda son actualmente más bajos que en los mercados desarrollados, pero el coste y el acceso a la financiación es mucho mayor. Por lo tanto, en algunos aspectos, los países emergentes tienen más margen para aumentar la emisión de deuda para financiar la recesión, pero es probable que el coste de esa deuda aumente. Esto es algo que tendremos que analizar país por país. Un desafío en los países desarrollados y de los emergentes es que las políticas populistas han generado políticas populistas y erráticas que comenzaron antes de la crisis. Esto significa que a veces la respuesta a la hora de abordar los problemas termina siendo más precipitada y menos pensada de lo que debería ser. Creo que el peligro que existe hoy en día en muchos países emergentes son las respuestas políticas al virus que terminan causando demasiado daño económico porque los responsables sienten la presión de hacer algo.
¿Espera que los países emergentes sufran problemas de financiación?
Con el tiempo tendremos un debate sobre el grado de apoyo que debe ofrecerse a los mercados soberanos más amplios, pero resulta difícil imaginar un mundo en el que se apoye la deuda soberana de los mercados desarrollados mientras que se permita que la deuda de los mercados emergentes, que está sufriendo por las mismas razones, acabe cayendo en espiral. Un factor importante es que los países emergentes entraron en esta crisis relativamente bien financiados. Los focos de problemas de financiación han estado en ciertas áreas del mercado corporativo o en algún país en particular, que ha respondido en gran medida desde la perspectiva de los precios o, en los casos de países como el Líbano, el Ecuador, Zambia o Argentina, ya habían incumplido o habían sido llevados a niveles de incumplimiento por el mercado en los últimos 6-12 meses. Aunque todavía es pronto, esperaría que las instituciones financieras mundiales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), ofrecieran apoyo a los países emergentes. Tiene mucho capital disponible, aunque no es la solución para todos. Hay programas a los que muchos países pueden acceder ahora porque pueden equivaler a emitir rápidamente un bono. También hay varios países que ya están en programas del FMI. Y, con el tiempo, es probable que se pongan en marcha nuevos programas. Creo que también veremos otros programas que impactarán en los emergentes, como los del Banco Mundial. Estos probablemente se centrarán más en soluciones de salud que en sistemas financieros.