En su comunicado el BCE afirma que los tipos se mantendrán en estos niveles durante un extenso periodo de tiempo, hasta bien pasado el horizonte del programa de compra de activos.
“El consejo de Gobierno indica de que las compras de activos seguirán al ritmo de 60.000 millones de dólares al mes hasta finales de 2017 o más allá si es necesario”, afirma la autoridad monetaria en su comunicado. Es más, aparece el término inflación como condicionante ya que aseguran que ese programa será vigente “en cualquier caso hasta que el consejo vea un ajuste sostenido en el ritmo de inflación consistente con el objetivo –en el 2%-
Es más, el BCE, además es claro. Afirma que si el contexto sigue siendo desfavorable y no se produce ese ajuste en la inflación, el BCE está dispuesto a incrementar el programa de compra de activos en términos de cantidad y o duración.
En estos momentos, la inflación está en el 1,5%
Así, lo que diga hoy Mario Draghi es clave. Se espera que el presidente de la institución ofrezca alguna guía, una referencia que permita saber por dónde van a ir los pasos del BCE en su idea de comenzar a reducir el programa de compras de activos, el llamado QE. En la actualidad, ese programa que destina 60.000 millones de euros cada mes a la compra de bonos de países y de empresas tiene una fecha límite –que puede ampliarse, claro-, diciembre de este año.
Del calendario y los planes de reducción de este programa va a depender, piensan los expertos, la evolución del euro en los mercados. Y eso es algo que preocupa, y mucho. Desde que comenzó el año ya se ha revalorizado alrededor de un 13% en su cambio frente al dólar y eso está pasando factura a las bolsas.
Julien-Pierre Nouen, economista jefe de Lazard Frères Gestion, explica que este comportamiento podría causar estragos en las previsiones de beneficios de algunas empresas europeas.
En opinión de este experto, el euro sube por dos razones. Una propiamente intrínseca, la mejora de la situación económica de la eurozona. “Está claro que la retirada de estímulos es el camino a seguir, pero como Mario Draghi subrayó ya en Sintra, la cautela debe primar, por lo que dicha retirada será muy gradual”, explica Nouen.
Por otro lado, también lo está impulsando la propia debilidad del dólar, “que había descontado la esperanza de un importante estímulo presupuestario por parte de la administración Trump, cuya probabilidad ha disminuido durante el verano”, afirma el experto de la gestora.
Sin embargo, Mario Draghi y la institución monetaria, no lo tienen tan fácil. Como apunta Andrea Iannelli, Director de inversiones del área de renta fija de Fidelity, “El BCE tiene muy poco margen de maniobra”. En su opinión, “la postura de cautela por parte del Consejo de Gobierno está justificada si desean evitar que se dispare el tipo de cambio. Las posibles reducciones de las compras únicamente serán efectivas a partir de enero de 2018 y el programa se ampliará al menos otros seis meses”.