Ni ser gurú ni ser experto. Es uno de los consejos que daba el mismo Warren Buffet en una de sus
Quizás por eso, Buffet recomienda centrarse en la productividad futura de los activos en los que estén interesados pues “nadie tiene la capacidad suficiente como para evaluar todas las inversiones posibles”. Y además, no hay que fijarse exclusivamente en el precio pues se estaría especulando y ni él mismo es capaz de especular bien. De hecho, apunta a que el hecho de que un activo se haya apreciado no es suficiente razón para comprarlo.
Una de las frases del Oráculo de Omaha es que es mucho mejor comprar una empresa maravillosa a un precio razonable que una razonable a un precio maravilloso, dando más importancia a la calidad de la firma, incluso si esto implicaba pagar un precio de entrada que no fuera necesariamente muy bajo. Vinculado a esto, Buffet ha indicado en numerosas ocasiones que trata de invertir en empresas que puedan ser manejadas por cualquier idiota porque, tarde o temprano, algún idiota las manejará.
Por eso, la calidad del management (dirección) a la hora de seleccionar activos, es un factor transitorio pues “cuando somos dueños de negocios extraordinarios con un magement extraordinario, el período favorito de inversión es para siempre: el valor de las compañías de alta calidad tiende a aumentar con el tiempo”. Por eso, si las cosas van como espera, muchas veces no se plantea ningún horizonte de salida para la posición. La clave, explica el magnate, está en recibir más de lo que has pagado.
Teniendo esto en cuenta, ¿cuál es el precio justo a pagar por un negocio? Buffet reconoce que no quiere comprar ningún negocio sobre el que no esté muy seguro y , si estoy muy seguro, seguramente dará un rendimiento más bajo. Una de las diez reglas de oro de Warren Buffett para hacerse rico es que cuando la cotización cae por debabjo del valor de la firma, se puede presentar una oportunidad de compra. Por lo tanto, es importante saber diferenciar el precio - que es lo que uno paga - del valor, que es lo que uno recibe".
La inversión debe ser a largo plazo
Sobre el mayor error que comenten los inversores en bolsa, “es el de escuchar a los demás y comprar algo pensando que va a subir a la semana siguiente o al mes siguiente por cualquier razón”. Y prosigue “en la bolsa el vecino les sopla algo, salen corriendo y gastan el dinero que les costó mucho conseguir así que te interesa mirar la productividad de los activos que compras, sea una granja un apartamento o una compañía”. Suya es la famosa frase: sé codicioso cuando los demás sienten miedo y temeroso cuando los demás sienten codicia. Para sacar provecho de las fluctuaciones del mercado hay que mantener una mentalidad crítica e independiente para poder actuar contra los excesos de volatilidad, ya sean en sentido alcista o bajita.
Tal y como les hablábamos en “Cinco mitos que debemos superar para invertir en renta variable”, en muchas ocasiones el inversor particular tiende a pensar que no cuenta con las mismas herramientas que los institucionales o con la misma información. Hoy en día el inversor particular tiene acceso a los mercados de todo el mundo a través de todo tipo de instrumentos, fondos de inversión, ETFs, warrants, futuros…sólo hay que saber utilizarlos. La formación, aquí, es clave bien sea particular o institucional. El director de análisis de Estrategias de inversión admite que el conocimiento popular que se trasmite y según la teoría de la opinión contraria, nos dice que si el inversor individual es bajista, los índices de renta variable subirán. De forma inversa, si los inversores particulares están alcistas, la renta variable bajará”.
El experto estadounidense reconoce que puedes aprender algo de los errores pero lo mejor que puedes hacer es mantenerte con los negocios que entiendes. Mantener aquello que puedas entender por ti mismo (…) tiene que haber una razón de por qué estás comprando un determinado valor y, si no puedes decir razones, no deberías comprarlo”.
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La inversión debe ser a largo plazo
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El experto estadounidense reconoce que puedes aprender algo de los errores pero lo mejor que puedes hacer es mantenerte con los negocios que entiendes. Mantener aquello que puedas entender por ti mismo (…) tiene que haber una razón de por qué estás comprando un determinado valor y, si no puedes decir razones, no deberías comprarlo”.
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