Si el número de defaults que declaran las empresas de todo el mundo pueden elevar los síntomas de preocupación, lo cierto es que parece que los riesgos que sobrevuelan la economía global están creciendo.
Según un reciente estudio de la agencia de calificación crediticia, Standard & Poors, las empresas mundiales han provocado impagos por un importe de 50.000 millones de dólares en lo que va de año.
Es más, el número de defaults ha aumentado al mayor ritmo desde que comenzó la crisis financiera. En concreto, solo el año pasado dejaron de pagar 5 compañías, lo que eleva el total desde el 1 de enero hasta 46. La última fue Peabody Energy a finales de la semana pasada. Como no podía ser de otra manera, el mayor número de empresas está ligado al sector de la energía, debido a la caída del precio del petróleo desde principios de año.
Según un informe de Deutsche Bank del que se hace eco Business Insider, estamos ante el inicio de un ciclo que podría alcanzar su pico entre 2017 y 2018. Se espera un índice de defaults de alrededor de 4% que podría ascender al 10% en el caso de las empresas de energía. Eso sí, se trata de un porcentaje inferior al de otros ciclos.
Hace solo unos días, UBS publicó una nota en la que se explica que la burbuja de los bonos basura, el high yield, podría estar a punto de explotar y podría estar valorada en 1 billón de dólares. Los expertos de la firma explican que “los inversores que invierten en
high yield americano no están siendo compensados por los riesgos que asumen”.
En su opinión, una desaceleración de la economía americana podría ser el factor que hiciese explotar la burbuja. En concreto explica que “creemos que alrededor de un 40% de los emisores de peor calidad con emisiones por alrededor de 1 billón de dólares, podrían terminar sin pagar sus compromisos en este ciclo”, dicen.
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