Unilever, el gigante de bienes de consumo, quiere poner orden y sobre todo ahorro de costes en su casa. Por esa razón ha anunciado una reestructuración de la compañía que significará la supresión de hasta 7.500 puestos de trabajo, lo que supone un 5,9% de su plantilla, compuesta por 128.000 personas.
Entre los cambios más llamativos se encuentra la escisión, en una compañía propia, de los helados Magnum y Ben &Jerry's. El pasado año facturó 7.900 millones y representaba, hasta ahora el 13% del total de sus ingresos, cifrados en el pasado ejercicio en 59.600 millones de euros.
A partir de ahora, Unilever contará con cuatro divisiones comerciales diferentes: una dedicada a belleza y bienestar, otra a cuidado personal, una tercera destinada al cuidado del hogar y, la cuarta a nutrición.
Estos cambios supondrán un ahorro total del 1,2% de su facturación y que supondrá unos 800 millones de euros. Se espera que la reestructuración comience de inmediato y esté concluida a finales de 2025.
Tras las caídas registradas por el valor y las llamadas de algunos accionistas activistas a reforma la expansión de su negocio, se trata de la primera medida de importancia que toma su director ejecutivo, Hein Schumacher desde su llegada a la empresa en julio de 2023. Hoy sus acciones suben más de un 3% y han llegado, en los primeros minutos de negocio, a revalorizarse, casi un 6%.