Los fondos monetarios limitan su cartera de inversión a activos de renta fija a corto plazo, siempre inferior a seis meses, aunque podrían llegar hasta los dos años en casos específicos. Su elevada liquidez, debido a que aceptan reembolsos y suscripciones diarias, contrasta con su baja rentabilidad, siendo considerados como activos refugio o de transición.

Frente a otras opciones de productos bajo riesgo con rentabilidad alta, como depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro de bancos europeos, los fondos monetarios crecen en un momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) ha reducido el tipo de interés principal hasta el 4,25% y el tipo de facilidad de depósito hasta el 3,75%. Además, existen oportunidades de inversión de bajo riesgo con rentabilidades que superan el 3%.

Los fondos monetarios, ideales para inversores conservadores, suelen recurrir a renta fija como letras del Tesoro, pagarés, bonos de empresas y depósitos bancarios, entre otros activos. Con rentabilidades medias del 3,80%, se posicionan como una alternativa competitiva a Letras del Tesoro y depósitos, permitiendo retirar el dinero en cualquier momento.

¿Cómo funciona un fondo monetario?

Un fondo de inversión monetario es una clase de Institución de Inversión Colectiva (IIC) con unos plazos y una política de inversión muy concreta. No pueden estar expuestos a otras divisas extranjeras como el dólar o el yen.

El promotor y administrador de un fondo monetario es quién vigila el capital. Los partícipes lo depositan para obtener una rentabilidad, aunque abonando una comisión de depósito y de gestión. El vencimiento medio de los activos será inferior a 6 meses y el 90% de los activos en cartera tendrán un vencimiento inferior a 24 meses.

Además, no incluyen en su patrimonio valores de renta variable, así como materias primas o deuda subordinada. Además, los activos tienen que tener calificación crediticia superior al A2, certificada por una empresa de rating.

Las características de los mercados monetarios

Los mercados monetarios a los que acuden los fondos monetarios para conformar su cartera de activos serán mercados de deuda pública (emitida por los gobiernos de diferentes países para financiar sus partidas de gasto, como las Letras del Tesoro) o los mercados interbancarios (los bancos se prestan dinero entre ellos). Su vencimiento es menor a una semana. Con respecto a los mercados de activos empresariales, las empresas acuden a ellos para satisfacer sus necesidades de financiación a  corto plazo, mediante pagarés, especialmente.

De igual modo, según su valor liquidativo, se podrá diferenciar entre: valor liquidativo variable (el partícipe quiere reembolsar las participaciones del fondo y recibirá la parte alícuota del valor del patrimonio del fondo en ese mismo momento), valor liquidativo constante de deuda público (con mismo valor de suscripción y de reembolso. La clave es invertir la mayor parte del capital en deuda pública), valor liquidativo de baja volatilidad (el valor podrá variar, pero hasta cierto límite fijado).

Una de las obligaciones de un fondo monetario es aceptar suscripciones de nuevos partícipes y reembolsos o devoluciones de los antiguos, de manera diaria. Sus activos son líquidos y pueden proporcionar liquidez de manera casi inmediata.

Al tener condiciones favorables, riesgo y volatilidad bajos, pero elevada liquidez, conllevan una baja o negativa rentabilidad para el partícipe. Además, la rentabilidad variará según las políticas del Banco Central Europeo (BCE).

Claves de los fondos monetarios

Comisiones

Las comisiones de los fondos monetarios son generalmente notablemente más reducidas que las de cualquier otro fondo de inversión. La comisión de gestión se limita al 1% anual del patrimonio del fondo, frente al 2,25% de los fondos convencionales.

Riesgo

Al margen de activos de renta variable, centrados en activos a corto plazo, son uno de los más seguros del mercado.

Fiscalidad

Un fondo monetario posee ventajas fiscales, pues permite que el partícipe realice un traspaso del capital depositado en un fondo a otro diferente sin necesidad de tributación. La diferencia entre el dinero que invertimos y el dinero que reembolsamos tributa según los siguientes tipos impositivos:

• Hasta 6.000 euros: 19 %.

• De 6.000 euros a 50.000 euros: 21 %.

• De 50.000 euros a 200.000 euros: 23 %.

• De de 200.000 euros a 300.000 euros: 27 %.

• Más de 300.000 euros: 28 %.

Entre los fondos monetarios más destacados del mercado en la actualidad destacan ‘Cartera de ahorro’ de InBestMe, que ofrece una rentabilidad anual neta esperada (TIR) del 3,35%. También merece especial mención la ‘Cuenta Flexible’ de Revolut. Ofrece una TIR de hasta el 3,79% para clientes del Plan Ultra, aunque con rentabilidades menores para el resto de suscripciones.

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