Tanto es así, que el consumo per cápita cayó entre 2007 y 2014 un 8,6%
Por categorías, lo que más han dejado de consumir los españoles en este tiempo han sido joyería, muebles y equipamiento de hogar –aquí se incluye la tecnología-, ropa y calzado, ocio, viajes y alimentación y bebidas.
Por el contario, ha habido varios gastos que han aumentado en este tiempo, fundamentalmente la educación, los gastos en agua, gas, electricidad y teléfono y sanidad. Para José Ramón Pin, “el gasto en educación y formación ha aumentado probablemente porque los españoles saben que la mejor forma de salir individualmente de la crisis es la educación”.
Si se analiza por comunidades, más del 50% del consumo que se produce en España se lleva a cabo entre Madrid, Cataluña y Andalucía. Sin embargo si se hace una diferenciación en gasto per cápita, es decir, por persona, las cifras cambian considerablemente.
En 2014, País Vasco y Navarra fueron las comunidades autónomas con un mayor gasto en consumo, mientras que Canarias y Extremadura fueron las que menos gastaron.
Si vemos qué es lo que se lleva la mayor parte de nuestro gasto, el barómetro muestra que más de una cuarta parte la destinamos a alimentos y bebidas, seguidas de agua, electricidad y teléfono.
En España, además, tenemos muchas diferencias en la forma que hacemos los pagos con respecto al resto de Europa. En nuestro país un 84% de las transacciones que se realizan se siguen pagando en efectivo, casi el doble de países como el Reino Unido. El 7% se hace a través de tarjetas, el 8% a través de transferencias electrónicas y un 1% a través de cheques bancarios.
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