¿Qué visión de mercado tienen en UBP para 2021?
A finales del año pasado ya estábamos positivos y seguimos estándolo. Para este año, creemos que la recuperación económica va a estar ahí. Creemos, además, que la rotación sectorial, tan cacareada últimamente, también va a estar ahí. Ya lo estuvo a finales del año pasado. Creemos que los crecimientos económicos van a estar ahí también. 2020 no fue un año tan malo al final. Empezamos los primeros seis meses pronosticando todos lo peor, y terminamos el año con un decrecimiento en la economía mundial alrededor de un 4,2%, un 3,6% para la economía estadounidense, algo más en Europa. Pero China ya creció el año pasado un 2%.
Este año esperamos que si el calendario de vacunas nos lo permite, tanto porque se van cumpliendo los plazos, como porque las vacunas se muestran efectivas para las nuevas cepas, que el crecimiento sea positivo, y que compense las caídas en la mayor parte del mundo del año anterior. Pensamos que la economía mundial crecerá un 4,6%. EEUU lo hará en torno al 4,4% y China, incluso, llegará al 8%. Es más, si las noticias de las vacunas fueran más positivas, si llegaran otros participantes al mercado con nuevas vacunas que permitieran acelerar los calendarios, estos crecimientos podrían verse incrementados en un 1%. Por el contrario, si fuera al revés y alargáramos los plazos de vacunación o las vacunas fueran menos efectivas para las nuevas cepas, esos crecimientos podrían verse perjudicados en un -1%. En cualquier caso, crecimientos positivos.
A nivel de beneficios, más de lo mismo. Esperamos crecimientos de alrededor del 49% en el caso europeo. Parte de esto hay que achacárselo al efecto base. El año pasado fue un año muy malo, con caídas en el beneficio por acción del 37%. Aun así, es un crecimiento positivo muy importante. Estamos ahora en plena temporada de presentación de resultados. El 89% de las empresas han publicado por encima del consenso. De ese 89%, en un 23% superan los resultados previstos. Las perspectivas, a expensas de lo que pueda ocurrir con la pandemia, son muy positivas.
¿Cuáles son sus grandes convicciones para este año? ¿Cíclicos o defensivos?
Apostamos para este año, sobre todo por cíclicos. No una combinación. Los defensivos van a hacerlo bien, pero sobre todo por valores cíclicos. Ya en el cuarto trimestre del año pasado fueron haciéndolo muy bien. Subieron de media un 20%, medido por el S&P 500, contra un 12% de los valores más defensivos; encabezado, sobre todo, por los sectores que más habían sufrido durante la pandemia, más ligados al consumo y turismo, como aerolíneas y hoteles, pero también el sector energético, que depende más del ciclo económico, y el sector financiero. Si nos fijamos por lo que piensa el consenso, medido por el MSCI, de los 10 sectores, los cinco para los que se esperan mayores expectativas de crecimiento están dentro del sector cíclico. Los cinco para los que se esperan crecimientos menores están en los sectores más defensivos. Estarían encabezados por el sector energético, para los que el consenso estima unos crecimientos de beneficios del 302%, seguido del consumo discrecional, con un 212% y en global, para los cinco subsectores, sería de alrededor de un 127%. Si lo comparamos con los defensivos, también se espera crecimiento, pero de media para los cincos subsectores se espera un +12%. Es cierto que el 2020 sufrieron más los primeros, los cíclicos. El año pasado los sectores más ligados al ciclo cayeron un 50%, en beneficios por acción, mientras que los más defensivos, cayeron un 12%, curiosamente lo mismo que se espera que suban este año.
El mercado y la mayoría de gestoras apuestan por la inversión ASG... ¿qué aproximación tienen ustedes de esta temática?
Más que una temática hablaríamos de una nueva era. Estas temáticas han llegado para quedarse, tanto el tema ASG, ISR o las inversiones de impacto. Pero no ya ahora, porque en 2020 ya han venido haciéndolo mucho mejor. Si nos fijamos en datos de Bloomberg de los últimos siete años, las compañías que dedican más tiempo y recursos a mejorar bajo esos criterios ASG, lo han hecho mejor que las que no lo han hecho, en todas las observaciones, en 2020, a tres, cinco y siete años. Lo han hecho de media mejor en torno a un 9% de manera anual. Si nos vamos al coso europeo es más acusado, porque la mejora ha sido de un 50% de manera globalizada. Porque en Europa hay más concienciación y más regulación. Somos más conscientes, tanto a nivel empresarial como social, de que esas temáticas han llegado para quedarse. Forman parte de la nueva era.
Según datos de Morningstar, los flujos de fondo a fondos etiquetados como ISR se han multiplicado por dos los dos últimos años pasando de 600 billones de dólares a 1.200. En UBP, llevamos implicados con políticas medioambientales y sociales desde 2012, cuando nos adscribimos a los 17 principios de las Naciones Unidas. Desde ahí, solo hemos hecho mejorar los procesos de selección de valores e implementar de una manera u otra criterios ASG en toda nuestra grama de productos. Es más, tenemos productos específicamente dedicados a estas temáticas en todas las gamas, tanto en renta variable como en renta fija. Incluso tenemos dos fondos de impacto, uno de impacto global con sesgo europeo y un fondo de impacto en mercados emergentes.
Hay que diferencial el tema ISR y ASG del tema impacto. Todo es importante, pero mientras ASG e ISR se centra más en el día a día de las compañías, las inversiones de impacto se centran más en los beneficios sociales o medioambientales que generarán el producto final del que va a disponer el consumidor. Los fondos que tenemos de impacto se ven obligados a cumplir cirteros ASG.
¿Ven valor en renta fija? ¿Qué recomendación dan a los inversores más conservadores?
Lo primero sería romper un mito demasiado extendido, que la renta fija es todo menos fija, si bien es cierto que venimos de unos años en los que la rentabilidad ha sido francamente buena, más de una década. Desde el año pasado, y para 2021, pero quizá también 2022 y 2023 eso ya no va a ser así. Sin embargo, la renta fija nos sigue pareciendo interesante en determinados tramos por una razón muy clara y es que los bancos centrales van a seguir apoyando un entorno económico en el que se espera crecimiento con unos tipos cero o muy cerca de cero, incluso negativos. Eso va a favorecer la estrategia de carry. Nos gusta el sector corporativo. Nos gusta el high yield aunque ahí seríamos muy selectivos porque quizá se incremente algo las quiebras de empresas por la crisis económica. Nos gusta también la deuda convertible y sobretodo nos gusta la renta fija emergente, también corporativa. Sí que buscaríamos reducir el riesgo mediante la reducción de duraciones.
El mercado también está muy volcado en activos alternativos, ¿cómo lo ven desde UBP?
Para nosotros siempre ha sido importante. En UBP siempre hemos sido pioneros en el uso de estrategias alternativas en las carteras de nuestros clientes. De hecho, ya lo veníamos diciendo el año pasado. Para este año creemos que es más importante incluso, intentar reducir la volatilidad, el riesgo y protegerse frente a posibles caídas imprevistas que pudieran venir en los mercados, mediante estrategias tanto en renta fija como variable mediante estrategias long/short, aquellos fondos en los que se pueden tomar posiciones largas, pero también posiciones cortas. Eso tenemos una gama de productos extensa. El inversor está mostrando interés porque en el último año y medio ha pasado de 400 a algo más de 8000 millones en cinco estrategias que tenemos disponibles. Nos gusta también la deuda privada, para un inversor más especializado y que pueda permitiré tener bloqueado su capital en un periodo de cinco a siete años. Creemos que hay oportunidades en deuda privada. Dentro de las commodities, nos gusta cara a 2021, tener algo de exposición a oro.