Nos encontramos con un escenario a dos velocidades completamente diferentes. Por un lado, Estados Unidos, con un crecimiento sostenido y sólido liderado por el consumo y la demanda de los consumidores americanos, que está propiciando que las empresas generen unos mayores beneficios, que pesamos continuará en 2025. Si aunamos consumo estable, buena salud económica, recortes de tipos y ayudas de la nueva administración de Donald Trump en cuanto a las excepciones fiscales, estímulos fiscales, recortes de impuestos... que van a generar todavía más incremento en las compañías americanas, creemos que podría incluso aumentar más esa diferencia entre los índices americanos y los europeos. Por ello, seguimos pensando que hay que confiar en Estados Unidos muy por delante de Europa y, en este sentido, pensamos que una buena alternativa sería invertir en el S&P 500 a través de productos equiponderados, es decir, que den la misma ponderación a todas las empresas o componentes del S&P 500, ya que hemos visto que el crecimiento de los beneficios de estos 7 magníficos poco a poco va cayendo y, sin embargo, los otros 493 componentes del S&P 500 van compensando esa caída. A nivel sectorial, los bancos americanos (no europeos) son uno de nuestros sectores favoritos de cara a los próximos meses. Pero sólo en Estados Unidos, donde se prevé una mejor regulación de cara a incentivar los movimientos corporativos, las salidas a bolsa, el bajar los requerimientos de capital o incluso esas políticas proteccionistas de Donald Trump que podrían reflejar también riesgos inflacionarios que deriven en tipos de interés un poco más altos de lo esperado.
Mientras, en Europa la situación económica es muy distinta y, por ende, el futuro de los bancos europeos y del Ibex 35 también. En cuanto a los tipos de interés, no descartamos que puedan bajar incluso al 1,75% a mediados de 2025; mientras, el crecimiento económico esperado de la región, se mueve en términos del 0,7%, 0,8% y esperamos una revisión, aunque sea una décima a la baja para 2025, así como una rebaja en cuanto a los expectativas de inflación de Europa. Estas dos cuestiones, una caída en el crecimiento y una caída en la inflación, dejan un escenario idílico para unos recortes de tipos más agresivos en Europa, que se unen a unos datos macro (PIB, PMIs, datos de empleo...), resultados corporativos o sentimiento de confianza que no son demasiado halagüeños. Esto nos deja un escenario negativo para los bancos, con una caída en el crecimiento económico (menor consumo y menor actividad) y también un mayor recorte de tipos que se traduce en la merma del margen de intereses. Por tanto, con menos actividad y menos margen de intereses, es un escenario totalmente negativo para las entidades bancarias del Ibex 35. Además, en el caso particular de Banco Santander y BBVA, hay que sumar los riesgos arancelarios con países como México o a las dificultades de materias primas en el caso de Brasil, lo que supone un escenario todavía más negativo para estas dos grandes entidades. Por tanto, para aquellos inversores que busquen oportunidades en el Ibex 35, apostamos por consumo discrecional, turismo y utilities de cara a 2025.
Además, más allá de la renta variable, lo prioritario a día de hoy y una oportunidad que no deben dejar pasar los inversores pensando en las carteras de 2025 es la renta fija. Creemos que el escenario para la renta fija europea es histórico, las oportunidades que nos va a mostrar la renta fija gubernamental europea es muy buena.