La subida de los tipos de interés iba a suponer una buena noticia a priori para los bancos españoles, especialmente para aquellos con el negocio más doméstico, tras un largo vía crucis de tipos negativos que hizo sufrir los márgenes y lastró las cotizaciones.

Sin embargo, justo cuando el Banco Central Europeo (BCE) se ha lanzado a elevar los tipos para combatir la espiral inflacionista, las cotizaciones se han visto frenadas por la puesta en marcha de un nuevo impuesto sobre el sector financiero. Un escenario que no parece haber pasado desapercibido para los fondos bajistas, que han ido tomando posiciones en algunos de los principales bancos españoles.

Uno de los fondos bajistas que más se están dejando ver es Bridgewater Associates, LP, con posiciones cortas declaradas en los dos grandes bancos españoles, Banco Santander y BBVA. En el primero de ellos tiene declarada una posición corta desde el 21 de julio correspondiente a un 0,59% del capital, si bien en meses anteriores llegó a rozar un 0,7%, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

También un 0,59% del capital controla este fondo en BBVA, si bien en este caso la posición se remonta al 18 de julio.

El Santander acumula una caída en lo que va de año de más de un 16%, mientras que BBVA se deja algo menos: un 12% en estos siete primeros meses del año.

A estos movimientos hay que sumar que otro fondo, Balyasny Asset Management LP, afloró brevemente una posición corta de un 0,51% del capital en Banco Sabadell con fecha del 25 de julio, de acuerdo con la CNMV. Solo un día después se situó por debajo del radar de los inversores, reduciéndola al 0,46% del capital.

Un factor a tener en cuenta es que la CNMV solo publica las posiciones cortas que superan el umbral del 0,5%. En otras palabras, el inversor de a pie solo conoce estas posiciones en el momento en el que se supera ese umbral, lo que no implica que por debajo de él se estén realizando apuestas similares.

El Sabadell fue uno de los mejores valores del Ibex 35 en la primera mitad del año, llegando a haber superado el umbral de los 90 céntimos, antes de desinflarse. Así, en el acumulado del año, los títulos de la entidad todavía acumulan una revalorización de un 10%, que ha elevado su capitalización bursátil hasta los 3.520 millones de euros, pero si se analizan las últimas 20 sesiones, la fotografía es bien distinta, con una caída en el período de un 16%.

Por el momento, el que sí parece que se libra de estar bajo el acecho de los inversores bajistas (o al menos no sufre sus consecuencias muy notablemente) es Caixabank. No es de extrañar teniendo en cuenta que es no solo el mejor valor bancario del Ibex 35 en lo que va de año, sino uno de los mejores valores en general del índice, con una revalorización acumulada en el ejercicio de más de un 25%. No obstante, si solo se analizan las últimas 20 sesiones se puede comprobar el freno que ha supuesto a su rally la amenaza del nuevo gravamen: en las últimas cuatro semanas acumula una caída de un 12%.

En Bankinter, por último, tiene declarada una posición corta AQR Capital Management, LLC del 0,510% del capital. Esta apuesta bajista afloró a mediados de junio, de acuerdo con los registros.

El nuevo impuesto

A la espera de que se desarrolle la nueva figura tributaria, se espera que actúe sobre los márgenes de la banca, los intereses y las comisiones, con un tipo que podría rondar el 5%. La intención del Gobierno es que se recauden 1.000 millones de euros en 2023 y la misma cantidad en 2024.