Sin embargo, mientras eso ocurre también hay inversores que lanzan la caña a ver si ganan a río revuelto. Los llamados bajistas o inversores a corto que durante la peor parte de la pandemia tuvieron prohibido apostar contra la caída de un valor por el veto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En concreto, esta operativa estuvo prohibida entre el 16 de marzo y el 18 de mayo en varias bolsas europeas no sólo en España.
Las posiciones cortas o bajistas no tienen nada que ver con el horizonte temporal de inversión, se trata de una estrategia por la que un inversor apuesta por la caída de la cotización de un valor en vez de por la subida. Se denominan ventas en corto porque se vende antes de comprar la acción.
Abrir una posición corta o bajista se refiere a la acción de vender un activo con anterioridad, esperando que este se deprecie, con el fin de recomprarlo más barato en el futuro. Es decir, se abrirá una posición corta con el objetivo de aprovechar un posible movimiento bajista del activo.
De esta forma, para abrir una posición corta se toman prestadas acciones de inversores del valor, para poder venderlas en el mercado. Cuando se deben devolver las acciones, el inversor que ha abierto un corto debe recomprar dichas acciones y, si el valor se ha depreciado, obtiene la diferencia entre el precio a las que vendió y el de recompra. La pérdida del inversor bajista se produce si las acciones han aumentado de valor. Este tipo de operaciones únicamente se pueden llevar a cabo mediante contratos de derivados sobre acciones, para lo que es necesario contratar los servicios de un bróker.
Desde enero de 2019, la CNMV sólo informa de las posiciones bajistas superiores al 0,5%, en línea con lo que hacen el resto de reguladores bursátiles europeos. Por tanto, los inversores no tienen una imagen del todo fehaciente sobre las posiciones cortas agregadas sino sólo la de aquellas con un porcentaje superior al 0,5%.
Más o menos las apuestas bajistas se han mantenido entre el momento del levantamiento del veto del regulador y este comienzo de semestre. Sin embargo, en este final de junio el fondo estadounidense Citadel ha irrumpido en el capital de Bankinter con un 0,52% de las acciones y en Banco Sabadell con un 0,58%, según los registros públicos de la CNMV.
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Indra, Ence y Sacyr: valores en los que más se concentran los bajistas
También se han visto cómo los fondos bajistas han ahondado en su apuesta contra las compañías del Ibex 35 más expuestas a este tipo de operativa: en Ence han pasado de controlar un 4,03% a tener un 4,14% y en Indra del 2,57% al 3,47%. En el caso de ENCE soporta a cinco inversores institucionales que invierten con posiciones cortas: JP Morgan un 1,16%, AHL Partners un 1,08%, Millenium Capital Partners un 0,72%, Marshall Wace un 0,59% y Connor, Clarck & Lunn un 0,59%.
Indra a cuatro fondos como son Immersion Capital con un 1,1%, Ako Capital con un 0,96%, Blackrock con un 0,71% y Posse Capital Partners con un 0,7%. Por su parte, Sacyr que es la tercer empresa de la bolsa española con más bajistas se mantiene con el mismo porcentaje, con un 2,17%.
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Los bajistas también han incrementado posiciones en este final de junio en ACS hasta controlar un 1,51%, le sigue Mediaset con un 1,41% de Adelphi Capital y reducen posiciones en Cellnex hasta un 1,38% y en DIA hasta un 1%. En Acciona , Gladstone irrumpió en junio en su accionariado con un 0,62% y otras compañías con alguna posición bajista abierta ahora mismo son Quabit con un 0,59%, y CIE Automotive y Atresmedia con un 0,51%.
El fondo con mayores posiciones cortas o bajistas vivas en este momento es un viejo conocido por todos los conocedores del mercado español como Citadel Europe, que fue fundado por Kenneth C. Griffin en Chicago, con un 3,32% repartido entre Sacyr, Cellnex, Sabadell y Bankinter y el 'hedge fund' londinense Marshall Wace con un 2,68%, que espera la caída de Quabit, ACS, CIE Automotive y Ence.