Linea Directa no está pasando por un buen 2022. Es la aseguradora cotizada, junto con Mapfre y Catalana Occidente que peor lo está haciendo en lo que va de año. Mientras la compañía del teléfono rojo baja en lo que va de ejercicio un 19,7%, Mapfre y Catalana Occidente recortan un 3,4% respectivamente, hasta 6 veces menos que la aseguradora que dirige Patricia Ayuela, desde que cogiera las riendas hace apenas dos meses.
La aseguradora atraviesa en su entorno un repunte de la siniestralidad tras la pandemia, mientras el efecto inflación se impone en un mercado muy competitivo. A pesar de que, durante el pasado año diversificó de forma importante en el cariz de sus pólizas, pero sigue siendo el ramo del motor, el de mayor predicamento con 182 millones de ingresos en el primer trimestre del año. Y hablamos de un mercado en el que las matriculaciones claramente se mueven a la baja.
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Aquí ha aumentado la siniestralidad tras la pandemia y, el reflejo de los precios se deja sentir, aunque crecen los clientes, las primas se incrementan en menor medida. Suben las primas del hogar que ya representan, en ese intento de diversificación el 15% de su negocio. Un entorno en el que además el sector, como ratifica Amundi en su último estudio, tienden a desinvertir en renta fija ante la subida de tipos y buscar nuevos nichos de mercado.
Desde la empresa destacan que la coyuntura económica no está ayudando al valor, porque los inversores desinvierten al descontar una recesión en ciernes.
En su gráfica de cotización vemos que el valor sigue muy penalizado en anual, con caídas que se acercan al 20% de su precio desde el 3 de enero pasado, y se mantiene sin recuperar los 29 euros por acción en todo el mes, con una caída en las últimas 20 sesiones cotizadas del 2,5%.
Otro de sus importantes cambios viene de la mano de su accionariado, que sigue evolucionando. Desde principios de mes, los gestores de Línea Directa siguen buscando más apoyo institucional, de los fondos. Encuentros internacionales desde Nueva York a Londres, presenciales, para alabar las bondades de la compañía que otorga una rentabilidad por dividendo que supera el 6%, según la compañía.
A pesar de ello, lo cierto es que Fidelity, que ya había emprendido una carrera a la baja en la estructura accionarial de la compañía. El 12 abril pasado ya se había colocado por debajo del 2%, hasta el 1,95% en su participación desde el 2,86% anterior. Y ahora lo ha reducido también de forma importante. Hablamos de una caída a la mitad, hasta el 0,96% actual. Su valor de mercado supera los 12 millones de euros con los 10,5 millones de acciones que todavía posee de la empresa.
Hace un mes, lo cierto es que uno de sus grandes accionistas, Fernando Masaveu Herrero, consejero dominical de la compañía, elevaba su presencia hasta el 5,282% desde el 5,012% anterior. Con valor algo superior a los 73 millones de euros, en las más de 57,49 millones de acciones que suponen para el tercer mayor accionista de la aseguradora. Invesco también movía ficha al alza, en el mes de abril al elevar su presencia al 2,48% desde el 2,01 anterior a esa fecha.
Un apunte más, ya que la compañía acaba de entrar a formar parte, en este mes de junio, del Ibex Gender Equality, el índice promovido por Bolsas y Mercados Españoles, por BME, el primero que mide la presencia de mujeres tanto en puestos directivos como el Consejo de Administración de las compañías españolas.
Ahora mismo se ha elevado la presencia frente al pasado año con la reorganización de su cúpula y el 57% del Consejo de Administración es femenino y el 54% del Comité de Dirección, también lo es.