Informa Reuters que las grandes compañías tecnológicas han acordado resolver la demanda que les acusaba de aliarse para no “robarse” unos trabajadores a otras. Aunque se desconocen los términos del “pacto” alcanzado, estas compañías, entre las que se encuentran Apple, Google, Intel o Adobe, reconocen que sí hicieron ciertos acuerdos de no contratación, pero afirman que no han “conspirado” para mantener los salarios a la baja.

La agencia señala que los representantes de las corporaciones no han respondido a sus preguntas sobre el tema, pero el abogado de uno de los demandantes, del bufete Lieff Cabraser Heimann & Bernstein, en un comunicado, ha calificado el acuerdo de “excelente resolución”.

Recordemos que casi 65.000 empleados de Silicon Valley han iniciado la que sería una de las mayores demandas civiles contra las grandes tecnológicas acusándolas de pactar contra sus empleados y alegando que han perdido la friolera de 3.000 millones de dólares en salarios. De ganar el pleito, los trabajadores podrían recibir hasta tres veces esta cantidad como compensación, nada más y nada menos que 9.000 millones de dólares, que saldrían de los bolsillos de dichas corporaciones.

Por si todo esto fuera poco, la historia ha sufrido otra vuelta de tuerca, y es que uno de los trabajadores que ayudó a poner en marcha la demanda colectiva, Brandon Marshall, ha fallecido al ser disparado por un ayudante del sheriff. Marshall, que fue empleado durante seis meses de Adobe, se encontraba trabajando en Roku (compañía de televisión en streaming), cuando comenzó a comportarse de forma extraña y ante esta situación varios de sus compañeros llamaron a emergencias. Fue entonces cuando al llegar al lugar de los hechos y encontrar a Marshall muy agitado, el agente temió por su vida y le disparó en el pecho.

Michael Devine, otro representante de la demanda colectiva, que había trabajado también en Adobe, dijo que Marshall se había visto afectado por las reacciones en las redes sociales a dicho caso. La sombra de sospecha se extiende por Silicon Valley y es que muchos pueden interpretar la muerte de Marshall como un “daño colateral” derivado de los acuerdos clandestinos que durante años las grandes tecnológicas habrían estado llevando a cabo en contra de sus trabajadores.

J.S./S.C.