En el período actual, con un escenario de alta inflación e incertidumbre geopolítica, ¿dónde están las oportunidades de inversión para lo que resta de 2023 y 2024?
Es una buena pregunta. Actualmente, estamos enfrentando numerosos riesgos a nivel global en términos de ciclicidad, momentum económico y también de riesgos geopolíticos, como el conflicto en Oriente Medio y los problemas continuos en el conflicto entre Rusia y Ucrania. En cuanto a las perspectivas o áreas que encontramos atractivas para 2023 y 2024, nos centraríamos en áreas de crecimiento defensivo. Para un producto medioambiental como el Fondo JSS Sustainable Equity Green Planet, estas áreas interesantes podrían incluir gestión de residuos, un área muy útil en el espacio industrial y que proporciona servicios públicos esenciales; sectores de servicios públicos como redes energéticas son atractivos; y software de crecimiento defensivo, es decir, empresas de software que proporcionen servicios de diseño, por ejemplo, ya que tienden a tener perfiles defensivos.
¿Por qué es importante que los inversores se centren en activos sostenibles en este momento?
Las inversiones sostenibles son una de las tendencias más importantes que estamos viendo en este momento. Creo que hay una serie de factores clave. Una es que la regulación realmente va en esa dirección, por lo que hay mucha regulación pro-ambiental, hay muchos compromisos gubernamentales que van en esa dirección, por ejemplo, por parte de EE.UU. y la UE. Los consumidores también se centran cada vez más en las soluciones ecológicas, donde hay una demanda creciente incluso en un momento en el que, digamos, el carácter cíclico es un poco más difícil. Y, por último, las soluciones verdes o sostenibles también tienen unos costes cada vez más competitivos, lo que significa que estas soluciones se están volviendo escalables y realmente invertibles para los gobiernos y consumidores, y eso significa que su implementación tendrá un aumento significativo.
En su fondo (JSS Sustainable Equity - Green Planet), ¿siguen un proceso de exclusión específico a la hora de seleccionar las empresas? ¿Qué tipo de compañías excluyen?
En J. Safra Sarasin Sustainable AM ponemos el foco en inversiones sostenibles a lo largo de todo el proceso de inversión. Básicamente, comenzamos con nuestra matriz de sostenibilidad, que clasifica a las empresas en cuatro áreas diferentes, es decir, empresas calificadas como A, B, C o D. Como fondo, solo podemos invertir en empresas clasificadas como A o B, y no estamos autorizados para invertir en empresas clasificadas como C o D, que son las compañías excluidas o con una calificación ESG insuficiente. En cuanto a las empresas en las que a día de hoy invertimos, nos hemos centrado en gran medida en el sector industrial, el sector de tecnología de la información, el sector de servicios públicos y el sector de la salud, donde vemos las mayores oportunidades en términos de inversiones verdes, tecnologías ambientales e innovación ambiental.
¿En qué geografías y temáticas invierte el fondo?
En general, el fondo es un producto ambientalmente diversificado a nivel global, lo que significa que estamos invirtiendo principalmente en mercados desarrollados en todo el mundo, con importantes asignaciones en Estados Unidos, Europa y algunas asignaciones en Asia, por ejemplo, en Japón. En cuanto a la exposición temática, nos estamos enfocando en cuatro áreas clave que, en nuestra opinión, son importantes para la transición verde a nivel mundial. La primera es la protección del ecosistema; se trata de empresas, por ejemplo, en la cadena de valor del agua o en la cadena de valor de la reducción de la contaminación. La segunda es la eficiencia de recursos; empresas que se centran en la economía circular o la eficiencia de la fabricación. Luego tenemos una tercera temática clave que es la movilidad inteligente; aquí nos referimos, por ejemplo, a todo lo relacionado con vehículos eléctricos o la electrificación del transporte. Y la última son las energías del futuro; es un segmento del fondo que se centra en energías renovables, pero también en tecnologías emergentes como el hidrógeno. Y tenemos la capacidad de asignar activamente entre estas cuatro áreas según donde vemos el mayor potencial. Básicamente, esta es la esencia de este producto: diversificación en términos de temáticas verdes, pero también de geografías e industrias.
¿Cómo cambiará la Directiva de Informes de Sostenibilidad Empresarial la realidad de las empresas?
Es un desarrollo importante. Con todo, no estoy seguro de que la Directiva de Informes de Sostenibilidad Empresarial cambie tanto la realidad, simplemente significa que las empresas tendrán que informar sobre factores ESG. Aún hay muchos puntos abiertos, como por ejemplo qué es exactamente lo que deben informar las empresas, cómo recopilarán los datos y, también, qué sucederá con las empresas con sede fuera de la UE pero con operaciones o entidades en la UE. Creo que lo que significa es que habrá más datos disponibles sobre el desempeño de las compañías en temas concretos, pero esta información debe procesarse y analizarse. Así que hay potencial para aportar valor, especialmente con gestores activos como nosotros, que damos importancia al análisis y comparamos empresas en la industria o con sus pares. Y creo que es un factor positivo, tanto para la comunidad de inversores como para las empresas, ya que todo lo que se mide significa que se está gestionando. Es decir, cuando la dirección o los consejos de administración de las empresas están midiendo temas ESG, significa que están arraigados y gestionados, y esa es una de las intenciones de la Unión Europea con esa directiva.