Pictet sigue sumido en esa búsqueda de nuevas oportunidades de inversión que ofrecen las megatendencias de futuro, como la eficiencia energética. ¿Por qué ven oportunidades en este ámbito?
¿Qué va a pasar con las energías procedentes de combustibles fósiles –gas, carbón y petróleo-?
En 2030 se prevé que la energía solar se convierta en la primera fuente de energía a nivel global, superando al carbón, que es actualmente la primera. Esa hoja de ruta está definida, por lo que invertir en renovables creemos que es una muy buena oportunidad de inversión.
El cambio normativo en España hay que ponerlo en contexto. Supuso una reducción del 50% los ingresos y subvenciones de las renovables, lo que ha sentado muy mal, pero no es menos cierto que esa política tan activa de incentivar las renovables ha hecho que contemos en este momento con uno de los parques de energías renovables más importantes de Europa. Es cierto que la rentabilidad de estos parques es menor que antes, pero se ha puesto un poquito de orden para que sea sostenible a futuro. España tiene un número de empresa, tipo Gamesa, Acciona, ACS… especializadas en energías renovables, somos punteras a nivel de tecnología y de exportar tecnología a otros países. Se va a seguir desarrollando a futuro, con menos rentabilidad, pero de forma más sostenible. El régimen normativo anterior no era sostenible, pero a nivel europeo ya existe una normativa a 2020.
En cuanto a otros países, Alemania el 25% de la energía ya viene de energía solar; Francia se ha comprometido con un programa de casi un trillón de dólares sólo para impulsar energía solar. Además fuera de Europa encontramos casos como el de Uruguay, que ha reducido un 85% las emisiones de CO2 en los últimos 5 años.
Energías renovables, en Europa, y concretamente en España, son un sector de futuro por el que es interesante apostar y, desde el punto de vista del cambio normativo, hemos visto que ha penalizado a las cotizaciones y las valoraciones de las empresas porque tienen menos rentabilidad, pero ahora que toda la regulación y el Acuerdo de París está impulsándolo, vamos a tener un buen momento de entrar a nivel de valoraciones y, por tanto, una inversión que puede ser interesante.
Sobre la mesa tenemos una posible fusión de Gamesa con la rama de renovables de Siemens. ¿Ve factible que las empresas de renovables europeas tiendan a concentrarse en grandes grupos?
Absolutamente. Europa lleva mucha ventaja a cualquier otro mercado del mundo. Europa es el mayor centro tecnológico y de exportación de energías renovables con compañías muy importantes.
China ya ha hecho un plan por el que quiere convertirse en el mayor parque solar del mundo y, si en algo son expertos los chinos es en copiar tecnología o intentar importarla y luego copiarla. Esto supone grandes oportunidades de negocio para empresas especialistas en renovables, construcción de centrales eólicas, huertos solares… y ahí tenemos mucho que decir. Por ello, no me extrañaría que siguiéramos viendo concentraciones porque las renovables es un juego global pues, si los chinos son capaces de invertir millones de dólares en este sentido, hay que ser capaces de poder competir y España va a ser uno de los participantes más activos en este mercado.
¿Invertir en empresas de energías limpias puede ayudar a reducir riesgo en nuestras carteras de inversión?
Por supuesto. Existe una gran discusión en la comunidad inversora sobre energías procedentes de combustibles fósiles, sí o no, es decir, compañías gasistas, petroleras o de carbón, sí o no, ya que son las mayores productoras de emisiones de CO2. En este sentido, nosotros creemos que las renovables son un caballo ganador porque van a estar soportadas por regulación, los gobiernos y por desarrollo de las propias empresas. Por ello, invertir en renovables es invertir en una inversión de futuro y aporta menos riesgo que invertir en empresas relacionadas con combustibles fósiles. No es menos cierto que esto es un proceso a muy largo plazo, pues estamos yendo hacia una sociedad descarbonizada, con menos consumo de petróleo… pero esto va a llevar 20-30 años.
En este tablero de juego, los perdedores no son las petroleras, de momento, pero a futuro sí los combustibles fósiles sí serán los caballos perdedores y las renovables, los ganadores.
Teniendo en cuenta que el petróleo se encuentra a precios muy bajos, ¿se podrían alargar los plazos para la generalización de la importancia de las energías renovables en el mundo?
Por supuesto, pues existe una correlación: cuando el petróleo está más barato, se puede ralentizar el tema de la utilización de energías renovables, pero demos datos alentadores para los inversores: en los últimos siete años el precio de la producción de una placa solar se ha reducido en un 80%, para las baterías de litio se ha reducido un 75%, se espera que en los próximos 10 años el coste de producción de energía kW se equipare entre energías fósiles y alternativas, en este momento habrá un punto de inflexión brutal donde los combustibles fósiles van a tener un reto muy importante.
Para los inversores el concepto fundamental es que vamos a invertir en lo que se llama eficiencia energética, que no significa solo invertir en placas solares, también en redes inteligentes, tecnología, i+D, compañía que van a producir aparatos como los de la “casa autónoma”. En este sentido, en Pictet tenemos el fondo Pictet Clean Energy, que está centrado en invertir en soluciones de eficiencia energética.
Esa correlación que usted menciona y que es curiosa, entre la cotización de las empresas petroleras y las empresas relacionadas con las energéticas renovables. ¿Por qué, si deberían ser competencia?
Son competencia, pero cuanto más barato está el petróleo, y el petróleo es una fuente de energía de amplio espectro, compite con las energías renovables en situación de ventaja frente a las renovables, que son energías más caras. Si el petróleo baja, el coste del kW que se genera vía petróleo es mucho más barato que el que se genera vía energías renovables, pero este gap, de aquí a los próximos 15 años se va a igualar. Si el petróleo sube, se igualará de forma más rápida y, si el petróleo se mantiene en estos niveles, tardaremos en igualar el coste de generación.
Está claro que las renovables son caballo ganador y, de hecho, hay grandes fondos de inversión y fondos soberanos que ya han decidido no invertir en empresas que tengan relación con combustibles fósiles. Esto es un mundo interesado, pero se necesita de un experto que esté detrás mirando permanentemente el mercado y las oportunidades a nivel de empresa.