Entre otros, se pueden distinguir 3 grandes riesgos en cualquier posición en los mercados financieros:

·      De liquidez: la incapacidad para deshacer una posición sin merma substancial de valor y/o para valorarla.

·        De mercado: la variabilidad del precio de mercado del activo.

·        De crédito: la posibilidad de perder toda la inversión ante la quiebra del emisor.
 

El entorno actual, pese a la estabilización de las tensiones financieras, sigue siendo altamente volátil, una tendencia a la que el mercado de divisas no ha sido ajeno, incrementando su volatilidad con respecto a los parámetros históricos. Esta incertidumbre hace necesaria una gestión más activa del riesgo de tipo de cambio, siendo las herramientas a disposición de las empresas muy variadas. Antes de pasar a su descripción, hemos de tener presente que el propósito de cualquier estrategia de cobertura debe ser, en la medida de lo posible, reducir la volatilidad y las pérdidas de las posiciones abiertas en moneda extranjera. En algunos casos lograremos anular el potencial de pérdida, y en otros sólo parte de ese riesgo.
 

De este modo, los instrumentos se pueden clasificar en 3 tipos:
 

  • Coberturas perfectas: son baratas (no tienen coste explícito). Se trata de herramientas rígidas porque anulan el riesgo de pérdida en la posición de contado pero también anulan el potencial de beneficio. Entre ellas destacan: seguros de cambio (forwards) y currency swaps.
  • Coberturas imperfectas: tienen coste explícito para la compañía (normalmente, el pago de una prima), a cambio del cual, la empresa puede beneficiarse de movimientos favorables en el tipo de cambio (por ejemplo de apreciaciones de la divisa en la que se denominan sus exportaciones). Fundamentalmente hablamos de opciones.
  • Coberturas mixtas: combinación de opciones, swaps bonificados, opciones exóticas, y similares. En este caso combinan los aspectos de las dos coberturas anteriores: son más baratas que las coberturas imperfectas, pero limitan también el margen de beneficio que la compañía puede obtener en caso de que el tipo de cambio se mueva a su favor.


Sea cual sea la alternativa elegida, debe tenerse muy en cuenta el impacto contable de la cobertura contratada: la adecuación al subyacente a cubrir determinará la eficiencia de la cobertura. En la presente unidad centraremos el estudio en las opciones como instrumento de cobertura del riesgo de tipo de cambio.

Características básicas de las opciones.


El forward es una herramienta de cobertura por la cual las dos partes se obligan a intercambiar en una fecha futura un flujo de caja a un tipo de cambio concreto. El forward no tiene coste explícito, y al existir obligación, proporciona una cobertura perfecta: anula el riesgo de pérdida de una posición de contado, pero también exige renunciar al potencial de beneficio implícito en la misma.

A diferencia del seguro de cambio, una opción es un contrato que proporciona el derecho (no la obligación) a comprar (opción de compra) o vender (opción de venta):
 

1. Una determinada cantidad de un activo financiero (flujo de caja denominado en dólares, por ejemplo).


2. A un precio fijado de antemano (strike; tipo de cambio de ejercicio de la opción).


3. Durante un determinado periodo de tiempo, o al vencimiento del mismo (opciones americanas o europeas, respectivamente).

Existen dos tipos básicos de opciones, opciones de compra (call) y opciones de venta (put), dando lugar a cuatro posiciones básicas
 

1. Comprador de una opción de compra

2. Vendedor de una opción de compra

3. Comprador de una opción de venta

4. Vendedor de una opción de venta


Al ser un derecho, la opción sí tiene coste explícito: el comprador de la opción debe pagar al vendedor de la opción una prima. Este coste depende de la probabilidad de que el derecho adquirido sea ejercido. Las opciones proporcionan una cobertura imperfecta: anulan el riesgo de pérdida pero no el potencial de beneficio de la posición de contado.


Recomendaciones de uso


Las opciones son una alternativa flexible, pero cara, en la coyuntura actual, debido a que la volatilidad que cotiza el mercado sigue siendo muy elevada; por ello, a continuación resumimos la idoneidad o no de contratar opciones en determinados supuestos:
 

1. Operaciones de cobertura con opciones vendidas no resultan recomendables ya que pierden en gran medida el espíritu de la cobertura o neutralización total del riesgo quedándose más enmarcadas en el ámbito de la mitigación parcial de los riesgos.

2. La cobertura de posiciones de riesgo de cambio debe realizarse en situación de clara incertidumbre sobre la evolución futura del tipo de cambio y de forma idónea, cuando los niveles de volatilidad implícita en mercado son bajos; situaciones contrarias supondrían unos mayores costes por las primas soportadas.

3. La compra de opciones cuando la situación es adversa no es la mejor estrategia.

4. Son instrumentos que se optimizan en coberturas cuando se adoptan los posicionamientos de forma muy preventiva.

5. La compra de opciones out of the money de forma recurrente en la gestión de riesgo de cambio es una práctica recomendable cuando se mantiene una exposición constante.

En este sentido, en los últimos años se han desarrollado estrategias encaminadas a abaratar el coste de las opciones permitiendo a sus contratantes beneficiarse de parte de sus características sin tener que contratar un forward (muy rígido) o recurrir a una opción (muy caro). La contratación de estas alternativas introduce complejidad en la cobertura, por lo que debemos ser especialmente cuidadosos en el análisis de la conveniencia de contratar o no estas herramientas, en la medida en la que la no adecuación al subyacente conduce a una menor probabilidad de superar los tests de eficacia contables.