- Los traders no siempre tienen una opinión tajante de las cosas, pero nunca admitirán que es así.
- “Cuando realmente no tenía ni idea de lo que estaba pasando en el mercado simplemente me iba por las ramas”, reconoce Mahal, y hablaba de la Fed, el riesgo geopolítico...
- Los traders tienen problemas para separar el mundo de la inversión de la vida real, incluso cuando no están en el trabajo están pensando en él. “Cuando el trading se te mete en la sangre se piensa en él las 24 horas del día, los siete días de la semana, se vuelve como la heroína”, afirma Mahal.
- Les gustan las operaciones ganadoras tanto en la vida real como en el trabajo. “No nos importa dónde estemos o lo que estemos haciendo, queremos valor, ya sea en el mercado inmobiliario, en la compra de un coche o en la comida”, destaca.