Como segundo inversor en Venezuela, solo por detrás de Países Bajos, España está presente con 72 filiales de empresas. Pese a ser considerado como uno de los países más complejos para hacer negocios de todo el mundo, Venezuela sigue siendo importante para España. 

En los últimos años, la inversión extranjera prácticamente se limita a la reinversión de beneficios, con la excepción de tres grandes operaciones de origen español. En 2004 llegó la compra de Telcel por Telefónica, siendo la segunda operadora de telefonía móvil del país con más de 10 millones de usuarios. Entre enero y septiembre de 2018 cayó un 82% interanual y obtuvo un resultado bruto de explotación del 96,2%.

La petrolera Repsol irrumpió en el país latinoamericano en 1993, con varios activos de gas y crudo gestionados. Las exposiciones de la compañía en Venezuela se han ido reduciendo, pasando de los 1.700 millones de dólares de 2017 a los 920 millones de dólares de 2023.

También hay que destacar a Mapfre, que llegó en 1997 con la compra de una aseguradora local. Otras empresas presentes son Acciona, Alcatel, Santander, BBVA, Editorial Planeta, Santillana, Elecnor, Adecco, Dragados, Duro Felguera, Hesperia, Telvent o Sintel.

En el segmento turístico, Melia Hotels gestiona un hotel de cinco estrellas en el centro de Caracas y Hesperia dos, uno en Valencia y otro en Isla Margatita. Además, IAG y Air Europa ofrecen vuelos directos desde Madrid. Por lo que los intereses en dicho país son mayúsculos.

Aunque el flujo inversor entre ambos países es importante, el comercial es muy reducido. España ocupa el noveno puesto como destino de las exportaciones venezolanas y como proveedor extranjero, con una presencia cada vez menor. El proteccionismo, la inflación y la falta de divisas influyen directamente sobre el comercio.

Los fuertes descensos de las exportaciones españolas a Venezuela registradas desde 2013 se han debido al elevado grado de maduración de los proyectos, al menor volumen de importaciones totales que adquirió el país y a la dramática escasez de divisas disponibles.

Una relación cargada de intereses bilaterales

En la actualidad, Venezuela es el tercer país latino con más inversión extranjera directa acumulada (IED). De hecho, entre 2011 y 2020 se invirtieron 5.040 millones de euros. En otras palabras, el 10% del total de la inversión procedente de la región. El primer puesto lo ocupa México (con 28.004 millones y el 57%) y el segundo Argentina, con 8.076 millones y el 16%.

Las inversiones de las empresas venezolanas en España penden de un hilo y dependerán de los resultados de las urnas. Con las tensiones entre el régimen de Maduro y Moncloa elevadas durante los últimos meses, la esperanza para la economía española pasa por una victoria de Edmundo González en las urnas.

Gran protagonismo cobran las family office. Plataformas de inversión que se dedican a gestionar los patrimonios de familias adineradas y se centran en las inversiones financieras, inmobiliarias y empresariales. Predominan en España la adquisición inmobiliaria o ‘Golden Visa’, tomando como referencia la Ley 14/2013, de 27 de septiembre.

Solo hay que ver que, según los datos aportados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, los ciudadanos venezolanos ocupan una de las principales plazas que solicitan el visado por inversión, encabezándolo con el 70% de los permisos de residencia concedidos. Comparte posición junto a chinos y británicos.

Abanca también está calificado como uno de los casos de referencia de empresas multilatinas que entran en España.

España actúa como puente entre Venezuela y Europa. Las empresas multinacionales del país latinoamericano seguirán apostando por una inversión constante y una presencia creciente en la economía internacional. De hecho, en 2022, lograron niveles históricos de IED, con un total de 74.677 millones de dólares, lo que representa un incremento del 80% interanual de la inversión desde América Latina y el Caribe hacia la misma región u otros destinos como España

Una deuda latente

España tiene una asignatura pendiente con Venezuela: recuperar su capital. Entre 2011 y 2018, el país latinoamericano debía a España unos 70 millones de euros, pero con la llegada del Gobierno de Pedro Sánchez, las cifras se han multiplicado. 

De hecho, en 2023, la deuda externa de Caracas alcanzó los 221,8 millones de euros, es decir, se triplicó en solo cinco años. Venezuela es el sexto país deudor de España.

Proyecciones de futuro

El resultado de las urnas será clave. El 76% de las empresas españolas prevé aumentar su inversión en América Latina en 2024. Esta es la principal conclusión del XVI Informe de Inversión Española en Iberoamérica, un estudio desarrollado por IE University, Auxadi e Iberia, presentado esta mañana en el auditorio de Casa de América, en Madrid.

La inseguridad política es, hasta la fecha, un hándicap para invertir en Venezuela. La gran mayoría de las empresas españolas, el 67%, se sienten atraídas por la búsqueda de mano de obra cualificada. Lo que decidan los venezolanos en las elecciones presidenciales marcará el rumbo nacional, español y europeo en políticas de inversión.

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