Un pastel a repartir de 1,29 billones de euros este ejercicio. Es la valoración de Sarbjit Nahal, de Bank of America Merrill Lynch sobre las ciudades inteligentes; es decir, sobre las urbes que van a apostar por la digitalización de sus servicios ciudadanos, por mejorar la calidad de vida de sus residentes y por inculcar mayor eficacia a sus transeúntes y ofrecerles agendas culturales y de ocio acordes a sus demandas. Pero también a las conciencias que están dispuestas a combatir la catástrofe climática. Porque, como explica Nahal, “las Smart Cities lideran la lucha contra la contaminación”.
Para lo cual, disponen de un notable arsenal financiero. La consultora McKinsey ha puesto negro sobre blanco a la creciente capacidad monetaria de las ciudades. Entre 2010 y 2025 -dice su think tank- aumentarán su PIB en unos 26 billones de euros, cantidad equivalente a la suma de las economías de EEUU, primera del mundo, y de Japón, la tercera en discordia.
Pero, ¿cómo están conjugando las tácticas empresariales las compañías españolas? Y, sobre todo, ¿creen en el concepto de Smart Cities? A juzgar por sus posiciones corporativas, parece que están en los derroteros correctos.
Acciona
La multinacional española considera que los gestores de grandes vías, entre las que incluye tanto a las Administraciones Públicas como a las empresas concesionarias, “tienen como responsabilidad asegurar la fluidez del tráfico”. Es una de las piedras angulares de su concepción empresarial en esta materia. Para lo cual, “existen diversos recursos, cuya implantación es ahora más sencilla gracias a las nuevas tecnologías”, explican. Por ejemplo, dar primacía a los vehículos con alta ocupación, dosificar los coches que acceden a las vías rodadas, regulando en tiempo real, los flujos de entrada, la gestión dinámica de los límites de velocidad y los peajes en función de las necesidades de las carreteras.
En Acciona tienen muy claro que el Big Data, o análisis de datos grandes cantidades de información de fuentes fidedignas, “hace posible conocer mucho más a los usuarios de las vías y también predecir su comportamiento”. Saber y aprender de los datos. De aspectos como la frecuencia de uso, la recurrencia en un trayecto, los tramos que se consideran alternativos, los horarios, los factores de decisión para el uso de una vía (como el clima, la situación en otras carreteras) “harán posible que las infraestructuras se ajusten en cada momento a las verdaderas necesidades y usos de los ciudadanos”.
En este sentido, hay escenarios que deben cambiar. “El modelo actual de movilidad genera una reducción de la calidad de vida en las ciudades como consecuencia del aumento del tiempo de desplazamiento, así como por los picos de contaminación por las partículas en suspensión” dicen en la compañía, que aduce, además, otros parámetros. El transporte urbano causa el 40% de las emisiones de CO2 y se estima que más del 50% de la población urbana mundial estuvo expuesta el año pasado a niveles de polución al menos 2,5 veces superiores a los estándares saludables.
Dos botones de muestra que llevan a Acciona a considerar que la alternativa “pasa por promover servicios intermodales de transporte público y sistemas complementarios de movilidad -como los vehículos compartidos)- y por hacer una gestión inteligente de la movilidad, aprovechando las herramientas que las nuevas tecnologías de la información ofrecen ya y que están al alcance de las administraciones públicas y las empresas” explica Ramón Piñeiro, responsable del servicio de movilidad de Acciona.
La multinacional de servicios española es una de las más vanguardistas, de las que primero puso en liza este tipo de alternativas dentro del sector privado hispano. La flota de motos eléctricas de Acciona, por ejemplo, se alimenta mediante baterías recargables 100% eléctricas desde hace varios años. “Desde la compañía, estamos convencidos de que el modelo de motos compartidas contribuye a aligerar la congestión urbana y a reducir la contaminación atmosférica y acústica, porque cada una de ellas retira una media de dos vehículos privados de la circulación, con la consiguiente reducción de tráfico y CO2” explica Piñeiro.
Así pues, en el futuro, no cabe duda de que crecerá el concepto de la “movilidad como un servicio”. Es más, a su juicio, la movilidad del futuro será eléctrica y compartida, ya que los ciudadanos dejarán de aspirar a poseer vehículos para optar por soluciones de tránsito ciudadano más ecológicas, económicas y confortables.
Minsait (Grupo Indra)
Su director responsable de Smart Cities, Alberto Bernal, aclara su filosofía conceptual. En Minsait, la compañía que agrupa los negocios de transformación digital y tecnologías de la información de Indra, “hemos diseñado un portfolio completo de soluciones digitales para la gestión inteligente de las ciudades y territorios, que abarca desde las fases de diseño urbanístico, en las que junto a nuestros socios incorporamos las necesidades tecnológicas para aportar inteligencia -conectividad, sensores y dispositivos y herramientas de operación-, hasta la construcción de infraestructuras y servicios, así como su operativa y su mantenimiento. Además, hemos desarrollado “nuevos modelos de colaboración público-privada que facilitan la puesta en marcha de este tipo de programas complejos”.
Bernal matiza que en Minsait, “contamos con un ecosistema muy completo de socios con los que innovamos constantemente para generar las mejores soluciones a los retos de las ciudades de hoy y del futuro, a nivel global”. En el que incluimos estudios de urbanismo y arquitectura, empresas constructoras, proveedoras de servicios urbanos, de salud, financieros y seguros, o movilidad, así como operadores de comunicaciones y fabricantes de infraestructura tecnológica, líderes en su campo de actividad”.
En su opinión, “España es hoy en día una referente mundial en transformación de las ciudades inteligentes, ya que en los últimos diez años se han llevado a cabo una multitud de proyectos en muchas ciudades y en todos los ámbitos de gestión”. Además -asegura- “se ha avanzado en el concepto de la Ciudad Inteligente integral, a través del cual los diversos servicios públicos son gestionados de manera integrada, mediante sistemas de gestión inteligentes, que incorporan la monitorización, operación y medición de todas las infraestructuras y servicios urbanos”.
En este contexto, menciona los casos de los proyectos que Minsait está desarrollando en Logroño, Las Palmas, Cáceres, Lugo o Palencia, donde ámbitos tan diversos como el cuidado de las playas, el pago en el transporte urbano, el aparcamiento, el riego de parques y jardines, la conservación del patrimonio cultural, el desarrollo del comercio local, la gestión de los residuos, el alumbrado público, la eficiencia energética de los edificios públicos y el mantenimiento de infraestructuras se controlan, operan y mantienen de manera inteligente. “En cada ciudad, estos proyectos se alinean con las prioridades de atención al ciudadano, eficiencia en el uso de los recursos públicos y desarrollo económico y del empleo local propias de cada localidad”.
Además de la Inteligencia Artificial y del Big Data, Bernal cita otras herramientas digitales. Como las que surgen del Internet de las Cosas (IoT, según sus siglas en inglés), el blockchain, la realidad aumentada y virtual o la digital twins o impresión 3D), que ofrecen “una enorme oportunidad de desarrollo, operatividad y mantenimiento para cualquier tipo de infraestructuras urbanas, desde el transporte, a la energía, pasando por el agua, la seguridad, la salud, la educación o la protección del medioambiente, ya que “se pueden aprovechar sus capacidades de comunicación y de procesamiento del 5G y de la nube”.
Es decir, “facilitan, por ejemplo, el diseño virtual de esas infraestructuras mediante modelos de gemelos digitales antes de la construcción física, incluyendo simulaciones en función de criterios y variables espaciales, demográficas, de uso, de sostenibilidad y de resiliencia”. Además de “hacer posible el llamado mantenimiento predictivo inteligente, basado en el análisis histórico de patrones y de condiciones de uso de todas esas infraestructuras y la operación inteligente y en tiempo real de las mismas, lo que deriva en una gestión de incidencias y averías mucho más eficiente y segura”. Para Bernal, en cualquier caso, “los proyectos relacionados con la movilidad, con la seguridad y con la gestión sostenible del medioambiente serán los más demandados para hacer frente a los grandes retos derivados del cambio climático”.
VisualUrb
Pablo Cereijo, su consejero delegado, explica que “el papel de VisualUrb en las Smart Cities es ordenar la información urbanística y hacerla accesible y fácil de usar”. Ofrecemos -enfatiza- información urbanística mediante una API, creando una geo-data-base de urbanismo cuyo objetivo es ofrecer información para la toma de decisiones”.
Cereijo pone un ejemplo más que elocuente. “Actualmente, la adopción de decisiones de inversión en infraestructuras de carreteras o ferroviarias se toma cuando se detectan problemas de movilidad. Pero, mediante la información ofrecida por VisualUrb, estas conclusiones se pueden adoptar antes de que estos problemas aparezcan; es decir, que “las decisiones de inversión en infraestructuras serán casi automáticas”. Sin embargo, a su juicio, las ciudades inteligentes, en España, “están todavía por hacer”.
Cereijo considera que “aún deben desarrollarse conforme avance el crecimiento de la ciudad” y que los nuevos desarrollos urbanísticos “deben liderar este concepto”, ejercer como motores de los cambios: “sería la fórmula más adecuada de que puedan transformarse según los designios y el paradigma de Smart Cities”.
Pero este impulso “debería realizarse, además, mediante un viraje de planteamientos jurídicos”. En concreto, de la Ley del Suelo de las Comunidades Autónomas, en las que “habría que incluir las exigencias mínimas de Ciudad Inteligente que deben regir en los proyectos de urbanización de los nuevos desarrollos, de manera que estas determinaciones sirvan para los proyectos de reurbanización de las ciudades”.
Este avance normativo -aduce- “ayudará a minimizar los costes de inversión en las ciudades inteligentes y a redirigir el capital” que muchos municipios intentan realizar para mejorar su ciudad. “Es duro decir esto”, aclara, pero, en la actualidad, hay muchas localidades que entienden como avances urbanos cambiar todas las farolas de su territorio por otras con tecnología LED. Craso error, asegura. “Es un auténtico atraso”.
Porque, por ejemplo, en este ámbito, las nuevas infraestructuras de iluminación deben llevar aparejada el avance que realmente necesita una Ciudad Inteligente, que “no puede quedarse en el mero ahorro en costes energéticos, sino que debería incorporar una estrategia más integral que incluya sensores de movimiento o redes 5G, entre otros factores”. Pensar en perspectiva no es gasto, es inversión.
Desde el punto de vista urbanístico en VisualUrb tienen claro que la prioridad es “hacer accesible la información urbanística”; es decir, que un inversor hotelero “pueda conocer en segundos cuántas parcelas de uso hotelero sin construir tiene una ciudad o que una familia que quiera edificar su casa de manera autónoma e independiente puede conocer a un clic todas las parcelas sin construir acorde a sus necesidades de uso residencial unifamiliar”. Y VisualUrb permite, con su tecnología digital, emitir cédulas urbanísticas de forma automática; un trámite que, en la actualidad, tarda aproximadamente un mes en la gestión urbanística más rápida y eficaz de todo el territorio español.
Huawei
Huawei presentó durante el SCWEC 2019 el pasado mes de noviembre en Barcelona una amplia gama de aplicaciones urbanas orientadas a tres ramas principales: educación, salud y gobierno. También la estrategia y prácticas relevantes en la construcción de ciudades inteligentes de todo el mundo. Por otro lado, también lanzó el “Smart City Development and Governance Standpoints Paper” para apoyar a los gobiernos a adoptar un enfoque sistemático para la digitalización y mejorar la eficiencia en el desarrollo y gobernanza de ciudades inteligentes. Al tiempo, han lanzado la solución de ciudad inteligente “HiCity”, que "nace con el fin de optimizar la integración de una variedad de nuevas tecnologías y datos TIC para agilizar los procesos de servio, los datos compartidos y la transferencia de flujos de información, reduciendo el umbral para el uso de nuevas tecnologías y facilitando su integración".
En España, el gigante tecnológico cree que podemos encontrar futuras ciudades inteligentes más allá de Barcelona y Madrid. Huawei, en su compromiso por ser un impulsor clave de la transformación digital de las empresas públicas y privadas de España, ha participado durante 2019 en proyectos también en ciudades como Rivas o Vila-Real. "En Rivas completamos la implantación de un servicio WiFi de uso municipal que consta de más de 700 puntos de acceso, pudiendo llegar a proporcionar hasta un ancho de banda de más de 2,5 Gbps. A nivel de control, el Centro de Procesamiento de Datos del Ayuntamiento de Rivas aloja la solución de control centralizado del sistema WiFi de Huawei, compuesta por controladoras en arquitectura de alta disponibilidad, el sistema de gestión de red eSight y el sistema de Control de Acceso a Red Huawei Agile Controller. En el caso de Vila-Real, hemos suscrito un Memorándum de Entendimiento para construir un entorno de colaboración conjunto para el desarrollo de una ciudad inteligente del futuro, transformando digitalmente a la ciudad con tecnologías de vanguardia como Cloud, Big Data o Internet de las Cosas. Además, hemos añadido los servicios de nuestra plataforma digital ara acelerar la transformación TI de la ciudad" .
De cara al futuro, se prevé que las principales tecnologías disruptivas serán los sensores de atascos en los transportes, las apps de detectar parking, los contadores para los servicios como gas, agua o electricidad, vehículos de conducción autónoma, paneles solares integrados en el mobiliario urbano y las viviendas, cámaras de vigilancia inteligentes, sensores capaces de detectar incidencias de todo tipo, infraestructuras de anchos de banda diferenciados y ajustables, sistemas de alumbrado inteligente, drones voladores para vigilancia o auxilio, terrestres para labores reparto, como servicios de auxilio rural o para monitorizar el medio ambiente. Todos esos elementos tecnológicos, generarán toneladas de información de muy diferente forma y valor. "El big data y el deep learning son las tecnologías que le dará forma útil a todos esos datos para posibilitar el gobierno, no solo a las ciudades altamente conectadas, sino también a las zonas rurales", aseguran desde Huawei.
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