En 2008 las cotizadas españolas ganaron el 5 % menos que un año antes, un diferencial que en 2009 se amplió al 21 %.
En 2010 la tendencia pareció invertirse y el beneficio anual mejoró un 23 % y batió incluso el récord de 2007, al superar los 51.000 millones de euros.
El pasado año, los balances de las empresas españolas acusaron golpes desde todos los frentes: la crisis de la deuda soberana española, el deterioro de la marca España, y la contracción absoluta del crédito.
Sólo Sacyr cerró con pérdidas
Pese a que únicamente una de las empresas del índice -Sacyr- cerró el ejercicio con pérdidas, dieciocho de ellas empeoraron el año pasado sus balances. Entre ellas figuraban los bancos cotizados, a los que las mayores exigencias de capital, el deterioro del negocio en España y el mayor esfuerzo de saneamiento de los activos inmobiliarios provocó un descenso superior al 30 % de media en sus beneficios anuales.
Ningún sector se salvó en conjunto del empeoramiento del entorno macroeconómico y las dudas sobre la recuperación, e incluso Telefónica, que se mantiene al frente de las ganancias con más de 5.400 millones de euros, sufría un deterioro del 47 %.
Otro de los protagonistas del ejercicio fue IAG, fruto de la fusión entre Iberia y British Airways, que prácticamente triplicó lo que hubiesen ganado juntas el ejercicio precedente.