Un mes en el que el selectivo cae ya un 4,7%, aunque en el acumulado del año resiste y todavía avanza más de un 7% pese a las turbulencias políticas de Cataluña y la fuga de empresas de esa comunidad. Sin embargo, el índice español no es el único que cae en este penúltimo mes del año: todas las principales bolsas europeas descienden en noviembre, aunque no con tanta intensidad.

El Cac 40 francés se deja un 3,86% en noviembre, el Dax 30 alemán un 3,63%, el Ftse Mib italiano un 3,62%, el Psi 20 portugués un 3,28%, y el Ftse 100 de Londres un 1,54%. En el caso del índice londinense en el acumulado del año es el que menos se revaloriza de entre sus homólogos europeos, y se tiene que conformar con un 3,2%, lastrado por las negociaciones que se están dando por el Brexit. El índice europeo de referencia, el Euro Stoxx 50, donde se agrupan las 50 mayores empresas cotizadas del Viejo Continente, también desciende un 4% y en el acumulado del año se revaloriza un 7,76%.

Se da la paradoja de que la renta variable suele tener un comportamiento estacional positivo en el último trimestre del año. Por ejemplo, en los últimos 27 años el Ibex 35 ha sido alcista en 19 de ellos en los últimos tres meses del año. Con una revalorización media en los últimos 20 años del 2,5% desde el 1 de octubre al 31 de diciembre.

 

 

Las razones que ayudan a comprender este momento bajista es que algunos de los catalizadores del mercado europeo están frenando los avances del año. En el caso de Cataluña es evidente en el caso español, que también tiene su plasmación en el Euro Stoxx 50 por la presencia de compañías como Inditex, Banco Santander, BBVA, Telefónica e Iberdrola.

Otro de los catalizadores importantes es la temporada de resultados del tercer trimestre, que acaba de concluir en el caso de las empresas españolas. “En Europa la temporada de resultados está decepcionando, las estimaciones hablaban de aumentos de los beneficios cercanos al 10% y nos vamos a quedar alrededor del 2%. Las valoraciones europeas están muchos más bajas respecto a las empresas de EEUU”, explica Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de Inversión.

Y el tercero y el que ha tenido un mayor impacto esta última semana es la subida del euro respecto al dólar, que lastra las exportaciones de las compañías del Viejo Continente hacia otros mercados. “La debilidad europea viene acompañada de subidas en el euro, después de la corrección de los altos de septiembre, ha rebotado desde los 1,16 dólares a tenerlo ahora en el 1,18 dólares y ya sabemos que la fortaleza de la moneda a priori no suele ser buena para las compañías europeas exportadoras”, comenta José Luis Herrera, analista de CMC Markets.

Pese a un buen año de la renta variable en general, y en particular, de Europa, el mes de noviembre está lastrando a las principales plazas europeas hacia las caídas. El próximo mes llega con algunos cisnes negros como las elecciones en Cataluña y en el arranque del año Italia marcará la agenda política, mientras que el BCE seguirá dando pistas a los inversores de sus siguientes pasos para tensionar su política monetaria. Sin olvidar al relevado en la Reserva Federal, el posible aumento del proteccionismo de Donald Trump y el exceso de confianza que inunda los mercados.

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