Como inversora en crecimiento, busco compañías cuyos productos o servicios puedan mejorar el mundo, y gran parte del cambio transformacional que estamos viviendo tiene ese potencial. Busco el crecimiento en tres grandes etapas, en función del punto en el que se encuentre una empresa: compañías en una fase inicial de crecimiento, compañías duraderas con un amplio margen de crecimiento y compañías más consolidadas que están sacando más partido a sus activos.
La conclusión es que estamos viviendo una época increíble de cambios, y los cambios ofrecen oportunidades a los gestores activos como nosotros.
Veamos el ejemplo del comercio minorista. Históricamente, se necesitaba un gran presupuesto de inversión y un departamento tecnológico para gestionar una operación. En la actualidad, estamos asistiendo a un fuerte desarrollo de infraestructuras de back-end que podrían favorecer a las pequeñas y medianas empresas al reducir las barreras para llegar a los clientes y gestionar los inventarios. Podrán lanzarse comercios en línea en solo 15 minutos.
De igual modo, creo que asistiremos a la democratización de la sanidad. La robótica y los dispositivos médicos a distancia permitirán que un especialista que se encuentra en Japón pueda aplicar un procedimiento a un paciente de Nebraska. Todos tendremos acceso a los mejores especialistas, estén donde estén. Las posibilidades ya están ahí, y todo esto tiene potencial para mejorar los resultados, reducir los costes y salvar vidas.