Los elementos que explicarían el escenario de incertidumbre actual en los mercados financieros son los siguientes:
1. Subida de los costes de producción en todo el mundo, especialmente en Eurasia
2. Rotura de las cadenas de aprovisionamiento y distribución
3. Subida generalizada de la inflación
4. Fuertes crecimientos en los costes energéticos (electricidad, gas y petróleo)
Todos estos factores es cierto que se vienen manifestando desde comienzo de año, pero lo cierto es que hasta los primeros días de septiembre no habían hecho apartarse a los principales índices de sus zonas de máximos históricos. Podemos ver un ejemplo en el siguiente gráfico, obtenido a través de la plataforma Trading View, que muestra, en velas semanales, la evolución del futuro continuo del S&P 500 del mercado CME.
Sin embargo, desde octubre las cosas han cambiado y de nuevo los principales índices se han recuperado, volviendo a dirigirse a zonas de máximos históricos.
¿Cuál ha sido el factor que ha hecho virar la tendencia?
Pues ni más ni menos que la campaña de publicación de resultados trimestrales empresariales. Que, aunque tanto en EEUU como en Europa está prácticamente en sus comienzos, ha dado algunas pistas importantes sobre cómo las empresas pueden estar afrontando la difícil situación descrita en las primeras líneas de este artículo:
1. Predominan las sorpresas positivas en las publicaciones que se van conociendo
2. La mayoría de las principales corporaciones muestran fortaleza en sus cuentas y capacidad para adaptarse al nuevo contexto económico, encontrando margen para trasladar el incremento de los costes a sus clientes
En efecto, en EEUU, aproximadamente el 25% de las empresas que forman el índice S&P 500 han publicado resultados, con un 85% de los mismos mejorando las previsiones en términos de beneficio por acción y con un 75% mejorando las previsiones en términos de ingresos. Estos datos mejoran la media histórica hasta hoy que se sitúa en el 71,8% en beneficio por acción y en el 50,6% en ingresos.
En Europa, apenas han publicado el 10% de las compañías incluidas en el índice EURO STOXX 50, con un 66% de sorpresas positivas respecto del beneficio por acción y del 91% en ingresos. Mejora igualmente el promedio histórico, que se sitúa en el 53,5% y en el 48,9%, respectivamente.
No tan acusado como en el caso del S&P500, pero en este gráfico del futuro continuo del EURO STOXX 50, también en velas semanales y obtenido a través de la plataforma TradingView, vemos una evolución similar.
El mensaje que están enviando las empresas
Las compañías que ya han hecho públicas sus cuentas no ocultan que sus costes aumentan con fuerza y que al trasladarlos al consumidor tendrán una incidencia más negativa en la inflación, algo que pone en riesgo la recuperación económica.
Sin embargo, los inversores parecen conformarse al comprobar que las empresas mantienen su solidez financiera. Las estimaciones de márgenes se mantienen y según los principales analistas, no hay temor a un recorte en sus estimaciones.
Las primeras empresas en publicar, los grandes bancos estadounidenses, impulsaron el optimismo. Destacaron la fortaleza de las compañías y trasladaron a los mercados su confianza en la recuperación económica. Después, se han añadido las compañías de consumo, apuntalando ese optimismo y anunciando que serán capaces de trasladar el incremento en sus costes a los consumidores finales.
¿Hay razones para pensar que este optimismo podrá continuar?
Desde luego el panorama es confuso.
Hay señales que sugieren un próximo mejor comportamiento. Los últimos datos globales de tráfico de contenedores (apuntan a una recuperación del comercio mundial tras algunos meses de estancamiento), estarían en esa línea y supondrían un indicador de mejora en el crecimiento global, una mejora en los cuellos de botella que han venido padeciendo las cadenas de suministro y, en definitiva, menos tensiones inflacionarias.
Otra señal de optimismo puede encontrase en que las empresas han retomado sus inversiones con mucha fuerza. El impacto quizás no se reflejaría en el corto plazo, pero sin duda, es una buena señal, ya que mejoraría la productividad de las compañías y sus márgenes se verían más protegidos.
Otras voces señalan que, aunque el tráfico marítimo parece haberse reactivado, las fechas de entrega de materias primas, productos semielaborados y elaborados, siguen siendo muy elevadas, así como los costes de envío. La cercanía de la campaña de Navidad, época en la que se incrementan los pedidos, se coloca como un riesgo adicional.
También hay opiniones críticas respecto a la inversión de las compañías. Si las inversiones van destinadas a la digitalización o a la racionalización de sus cadenas de suministro, producción y distribución, seguro que mejorará la productividad, pero la inversión en energías verdes y en una supuesta sostenibilidad, podría suponer una no mejoría de la productividad.
En resumen…
Durante las próximas semanas el foco de los inversores va a seguir fijándose en los márgenes empresariales y en su capacidad de mantenimiento en el actual panorama de mayor inflación, subida de costes y problemas en las cadenas de suministro, producción y distribución.
El mercado puede poner también su atención en la aprobación y desarrollo de los planes de infraestructura en EEUU y en la aplicación de los fondos de recuperación europeos, siempre que sean bien invertidos.
Como atender la publicación de resultados empresariales
La mayoría de páginas web especializadas muestran con rapidez las noticias respecto a las empresas que publican resultados y Estrategias de Inversión no es una excepción. En su sección de “Actualidad” se detallan las publicaciones de resultados del día.
Teniendo en cuenta que los resultados empresariales suelen reflejarse de forma inmediata en las cotizaciones de las empresas que publican y también en los índices bursátiles en los que se agrupan, recomendamos estar muy pendiente de estos acontecimientos y aprovechar las alternativas que pueda ofrecernos nuestro bróker para operar los principales valores, tanto individualmente a través de acciones o CFDs de acciones, como a través de los índices vía futuros o CFDs de índices.
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