Son numerosos los factores que empujan a la baja el mercado en estos momentos, las razones que están detrás de esas caídas, pero solo uno es el detonante de todo ello. Hablamos del miedo que se apodera de los inversores y lo ha hecho de forma especialmente rápida y cruenta en los últimos días. Y ese miedo es lo que impregna ahora mismo todo lo que toca. Desde las caídas anuales del Dow Jones a punto de entrar en mercado bajista hasta los recortes a doble dígito que ya supera con creces el Ibex en su cómputo anual.
Y todo se concentra en la recesión, cada vez más cerca y esperada. Se producirá, todavía sin acuerdo entre sus consecuencias reales y duración. Eso es, exactamente, lo que predica el mercado con sus caídas. Una expectativa cada vez más certera. Y eso es todo, ni más ni menos. Después puede producirse, si las variables se mantienen en el curso actual, mejorar, con un escenario menos cruento para las economías ante la abrupta subida de los tipos de interés, o profundizar en los recortes, si el panorama se complica mucho más.
De momento, con lo que tenemos encima de la mesa ya descontamos varias cosas. En Estados Unidos, por ejemplo, esta semana sabremos más con la inflación que mira la Fed y que veremos el viernes, la deriva del gasto al consumidor. Antes, desde Goldman Sachs han hecho temblar a la referencia por excelencia de Wall Street. Hablamos del S&P 500 tras actualizar sus perspectivas de aquí a fin de año, mientras esta gráfica de Reuters recoge sus acontecimientos más significativos de 2022.
Su analista David Kostin destaca que el “aterrizaje forzoso” frente al suave ya es inevitable, a decir de cómo se están posicionando los inversores que trabajan con el banco de inversión. Con un VIX, el índice de la volatilidad y del miedo, por encima de 30, su nivel más alto desde finales de junio marcado el pasado viernes.
Goldman Sachs recorta por cuarta vez en el ejercicio su expectativa para el indicador. A años luz ya de los 5.100 que, en principio, estimaba para todo el ejercicio. Eran tiempos en los que subir 50 pb parecía muy agresivo. Señalan desde la firma que "en un escenario a la baja, esperamos que la reducción de las ganancias y los múltiplos de valoración provoquen que el S&P 500 caiga un 15 % a 3600, en línea con la caída media histórica del precio máximo a mínimo del 24 % en recesiones pasadas".
Este último incremento de los tipos en la Reserva Federal deja a las claras que pueden sucederse más posicionamientos “hawkish”, que las subidas han llegado para quedarse y que prevalecerá frente al crecimiento. De ahí el revivir del miedo, ante el impacto previsto, en el mercado.
Pero el panorama parece empeorar si cabe mirando a Europa. El tumulto provocado en los mercados de deuda hace apenas unos días, cuando el viernes el nuevo gobierno conservador británico de Liz Truss anunciaba significativas rebajas fiscales, en lo que ya se conoce como la mayor bajada de impuestos en el Reino Unido en 50 años, con recorte del IRPF de 1 a 5 puntos, dependiendo del tramo de renta, con caída en la fiscalidad de la vivienda y anula las subidas de Boris Johnson. El coste total, 50.000 millones de euros hasta 2027.
Este hecho llevaba al mercado de renta fija a pensar, que los bonos sufragarán buena parte de este proyecto fiscal, por lo que se imponían las ventas y las rentabilidades, en este mapa de progresión global que son los mercados financieros subían en todo el mundo. El T Note americano, por ejemplo, alcanzó el 3,688% subiendo en la pasada semana un 23% y un 217% en lo que va de año. El 2 años estadounidense marcaba, a su vez, su nivel más alto desde octubre de 2007.
En la eurozona saltaban también las alarmas ante el último dato adelantado. Si en algo hay verdadera cohesión, Unión Europea, al fin y al cabo, pero en la zona del territorio común es en materia económica, sobre todo por la interdependencia comercial de los países comandada por Alemania. Así, en septiembre se volvía a frenar la actividad económica europea en indicador adelantado de los PMI de S&P Global. Se colocaba en zona contractiva, 48,2 por debajo de 50 y bajaba del nivel de 48,9 anterior. Eso aumenta las expectativas de que se nos viene encima una recesión.
Según el economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence, Chris Williamson, que elabora el PMI, el índice de gerentes de compras “se avecina una recesión en la eurozona, ya que las empresas informan un empeoramiento de las condiciones comerciales y una intensificación de las presiones sobre los precios vinculadas al aumento de los costos de la energía. Alemania se enfrenta a las condiciones más duras, con la economía deteriorándose a un ritmo que no se ha visto fuera de la pandemia desde la crisis financiera mundial”.
Ya no hablamos de porcentajes entre los analistas sobre si se acerca o no una recesión, sino de indicadores y sentimientos que inciden directamente en el discurrir diario de los mercados financieros globales.