Las aerolíneas europeas se recuperan por doquier a pesar del panorama de desaceleración económica global que se presenta. Lo cierto es que no se trata de un fenómeno generalizado, a pesar de que, superada la pandemia como tal, incluso cerrada por la Organización Mundial de la Salud, con un Covid-19 que se convierte en una nueva enfermedad respiratoria similar a la gripe, no a todos les va igual.
Y, sino que se lo digan, por ejemplo, a las aerolíneas coreanas, que siguen perdiendo posiciones en sus resultados frente a los de hace un año, a pesar del aumento de la demanda generalizada, en especial por la caída de la carga y aérea por el efecto inflacionista en el precio de los billetes.
Pero la excepción confirma la regla porque también en Estados Unidos, Morgan Stanley acaba de alabar a American Airline, socia directa de IAG, con la idea incluso de que su precio puede llegar a duplicarse en lo que va de año, con recomendación de sobreponderar y un precio objetivo de 29 dólares por acción, con un potencial que supera el 100%, porque considera que cotiza con un gran descuento.
Sigue en directo la cotización de American Airline
Si nos centramos en Europa, lo cierto es que los analistas apostaron decididamente por la recuperación con la vista puesta recuperación en la de viajes en la temporada estival, que se prevén, como hemos visto con el anticipo de la demanda, claramente positiva.
Es el caso de IAG, que, tras la presentación de resultados, en la última semana el valor escala casi un 6% a pesar de la toma de beneficios de ayer mismo. Varias firmas, desde Goldman Sachs a Deutsche Bank han revisado su precio objetivo y en el caso de Barclays lo colocan en los 215 peniques por acción desde los 170 anteriores, al cambio en euros unos 2.476 euros por acción, que le auguran una potencial escalada alcista al valor hasta un 40%. En lo que va de año las acciones de IAG avanzaron un 27,4%.
Mientras que Goldman Sachs considera que Ryanair es una compra, con un precio objetivo de 22,10 euros por acción. Consideran desde el banco de inversión estadounidense que el pedido que la compañía irlandesa acaba de realizar un Boeing, de 150 aviones y el doble adicional por 40.000 millones de dólares de su modelo 737 MAX 10 evidencia una previsibilidad en el crecimiento a medio plazo de la aerolínea de bajo coste.
Mientras, desde Bernstein califican de sobreponderar sus acciones con PO de 17,50 euros por acción, al considerar la operación como un punto de inflexión para la aerolínea porque ahora su crecimiento entrará en una fase más madura en la que se basará en los rendimientos en efectivo.
Además, desde Deutsche Bank dirige su mirada hacia AIR France - KLM que, tras presentar resultados, deja su recomendación en comprar con precio objetivo para la compañía franco-holandesa en 1,6 euros por acción, al entender que sus cuentas contienen pocas sorpresas.
Sigue en directo la cotización de AIR France - KLM
Por su parte desde Barclays estiman que las acciones de Air France-KLM merecen ser sobreponderadas con precio objetivo que desde el banco británico elevan hasta los 2,50 euros por acción desde los 2,4 anteriores. Considere que lo peor de sus resultados es la ausencia de guías y que la mirada se debe centrar en las perspectivas de negocio para el verano, la mejora del equilibrio y las posibles adquisiciones.
En el caso de UBS reitera la compra para sus acciones con un precio objetivo de 2,20 euros al entender que sus cuentas se mostraron en línea con las expectativas que se había creado el mercado. Y acabamos con Dt Lufthansa y la mirada que en ella pone Goldman Sachs. Deja un neutral su apuesta por la aerolínea alemana, mientras que eleva su precio objetivo hasta los 11,30 euros por acción desde los 11,20 precedentes para el valor.
Sigue en directo la cotización de Dt Lufthansa
Los riesgos para el sector de las aerolíneas europeas vienen marcados por dos asuntos fundamentales: por un lado, las huelgas, como las acontecidas en abril en Francia o las que se esperan estos días desde Air Europa y en el Reino Unido en los principales aeropuertos del país, junto con la situación de desaceleración económica que pueda afectar al ocio y los viajes, incluso de negocios y el efecto inflación, más que por su cuantía, ya a la baja, por su persistencia en el tiempo.