El salto cualitativo lo da Summers cuando, a los 16 años, ingresa en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde en un principio tuvo la intención de estudiar física, pero terminó decantándose por la economía. Le venía de familia. Al margen de que sus padres ya habían hecho carrera en el ámbito económico, su tío, Paul Samuelson, fue elegido premio Nobel de Economía en 1970.
Posteriormente se gradúa en la
En 1995 trabaja en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos hasta 1999, cuando Bill Clinton le nombra secretario. Justo en ese momento alcanza el puesto de Secretario del tesoro que ostenta hasta 2001. En ese año toma una nueva etapa en su vida y se convierte en Presidente Havard, cargo que ocupa hasta 2006.
Su relación con Obama surge en 2009 cuando le nombra director del National Economic Council. Se trata de un puesto en el que está tan sólo un año, pero que le sirve como referencia para que ahora se encuentre entre los candidatos a ocupar el principal asiento de la Fed.
Perfil y tendencia
Larry Summers es un hombre especializado en varias áreas de la economía: finanzas públicas, economía financiera, macroeconomía y economía del trabajo. Ha escrito tres libros en los que ha expuesto sus teorías, sobre todo, relacionadas con el ámbito laboral: “Why is the unemployment rate so very high near full employment?”, “Understanding unemployment” y “The concise Encyclopedia of economics”.
Cuando estaba desarrollando sus especializaciones comenzó a escorarse hacia una tendencia más hawkish (de hawk, halcón en inglés), que prioriza una economía menos estimulada, lo contrario a la política llevada a cabo a día de hoy por la Reserva Federal. En el otro extremo se encuentran los dovish (de dove, paloma en inglés), a cuyo lado se alinean más el propio Bernanke o la candidata que suena con más fuerza, Janet Yellen.
La llegada a la silla de mando de la Reserva Federal de un hawkish como Summers desembocaría, probablemente, en una retirada más inminente de las políticas de estímulo y una subida de los tipos de interés, que ahora se encuentran cercanos al 0%. De hecho, su punto de vista se enfoca más con la eliminación de todos los impuestos posibles. “Reducir la tasas de los impuestos puede ayudar a crecer a la economía y, por tanto, a generar más empleo”, expuso durante un congreso.