El mercado residencial está a punto de cerrar un año  marcado por las subidas en los tipos de interés y el encarecimiento de la financiación, unas  circunstancias que han tenido un impacto en el número de las compraventas y que se reproduce  con mayor intensidad en el número de hipotecas. Como uno de los referentes en el sector  inmobiliario, Servihabitat actualiza las previsiones sobre el comportamiento del residencial para este  2023 y pronostica las tendencias en algunos de los principales indicadores para 2024 en un estudio  realizado por Servihabitat Trends, la plataforma de investigación y análisis del sector impulsada  desde el asset manager. 

A pesar del descenso en el global de operaciones, que se situaría en torno al 10%, se debe tener  en cuenta que este dato está condicionado por las cifras récord del 2022, el cual tenía una bolsa  de ahorro y de recursos disponibles por las familias, lo que permitió que en dicho año se llegara a  la barrera de las 700 mil transacciones de compraventa, según Notarías. Tal como constata Borja  Goday, CEO de Servihabitat, “ante estos datos, estaríamos más bien frente un leve ajuste de  mercado que nos situaría de nuevo a las cifras de niveles más habituales a los promedios del sector,  por lo que el mercado residencial ha resistido a este 2023”.  

En este contexto, se espera que la demanda continúe mostrándose sólida y dinámica para 2024, a  lo que, sumado a un mercado laboral fuerte, todo apunta que las compraventas lleguen a alcanzar un repunte de cerca del 5% a cierre del próximo ejercicio.  

Por segmentos, el mayor ajuste a la normalización se estima en el mercado de segunda mano,  mientras que el de vivienda nueva se movería en los intervalos similares a los de los últimos años.  Se proyectan 100 mil viviendas nuevas al año aproximadamente y se crean casi 250 mil hogares al año, por tanto, la demanda seguirá siendo muy superior a la oferta, algo que incidirá en los precios.  

Y es que, a pesar de que la coyuntura del 2023 ha supuesto una contracción en las compraventas,  es relevante la fuerte resistencia con la que se ha comportado el precio de la vivienda, impulsado  por el encarecimiento de los costes de la obra nueva, que se suma al desajuste estructural  mencionado. Según el análisis de Servihabitat, se espera un alza de precios del 4,7% para este 2023, un indicador que, si bien no acusa síntomas de agotamiento, sí que tenderá a estabilizarse  en 2024 con incrementos que se situarían en torno al 3%.  

Es por todo ello que el 2024 invita al optimismo para el inmobiliario, un sector residencial y una  inversión que tiene margen para una reactivación adicional.

En este sentido, Goday puntualiza que  “aunque el mercado puede contar con un respaldo ante la posible bajada de tipos por parte del BCE, si se confirman las actuales proyecciones de inflación, lo más relevante es que la mora de los  hogares se mantiene en unas ratios razonables y que el mercado laboral continúa resistiendo con una tasa de desempleo que se movería entre el 11,5 – 12,5 %, por lo que el año 2024 mantendría una dinámica razonable, y sería el puente hacia un 2025 con perspectivas más despejadas”.