La tecnología sigue siendo (y lo será de la mano de las posibilidades cuasi infinitas de la IA generativa) el gran aliado en los mercados financieros. Tras un 2023 de ensueño, dentro de un S&P 500 que sube un 11% en lo que va de año, solo un 7% se debe a las subidas de todos los valores, pero un 4%, en concreto, se produce por los avances de un solo valor: NVIDIA, que se ha convertido por segundo año consecutivo en el santo y seña de Wall Street ejemplificando los avances, especialmente hasta máximos vividos por el Nasdaq. 

Para que nos hagamos una idea de la envergadura y del peso específico, que gana tracción además, en modo retroalimentación en Wall Street, las '7 magníficas' que este año tienen un despliegue, en lo que a ganancias se refiere, claramente desigual y heterogéneo, representan ya el 33% de la capitalización total del indicador de indicadores americano, el S&P 500. 

Dentro del S&P 500, con sus subsiguientes 11 índices que engloba, dos son que mejor se comportan con diferencia. Por un lado, el avance del relativo a los servicios de telecomunicaciones , con un 21,15% de repunte, en el que se encuentran englobadas Microsoft, NVIDIA y también Apple y tecnología de la información, al que pertenecen tanto Meta (Facebook) como Alphabet-A

Es decir, todo se dirige hasta lo mejor de lo mejor en el sector tecnológico americano para explicar el impulso de los indicadores en Wall Street en lo que va de año. 

Hasta ahí perfecto, pero...¿Qué pasa en Europa y en España con los valores tecnológicos?. Aquí analizamos esta gráfica de hace 6 años en un mundo en el claramente, si te mueves, no sales en la foto. La innovación es de tal calibre que si no superas obstáculos propios y mejoras los de tus competidoras, sales del ranking. 

Vemos como un EEUU sin Nvidia, ya superaba con creces a Asia, a pesar de la fuerte presencia en China y Hong Kong mientras que, en el furgón de cola, se mantenía una Europa comandada por SAP.  Y eso casi no ha cambiado en el Viejo Continente, que sigue sin empresas de entidad en el campo de la tecnología, mientras el sector replica, también por contagio, los avances que llegan de EEUU. 

Si miramos a las capitalizaciones, lo cierto es que bajar hasta el puesto 12 para encontrar a la primera empresa europea, la compañía de los Países Bajos ASML con algo más de 377.310 y ahora hay que bajar hasta el puesto 18 para encontrar a SAP con 228.430 millones en capitalización. La tercera, la francesa Schneider Electric la encontramos en el puesto 29 con 142.110 millones, a años luz de las megacapitalizaciones americanas. 

Las tres se encuentran entre las 8 que más pesan dentro del Euro Stoxx 50, con ASML con casi un 8,5%, la alemana SAP un 4,12% y Schneider Electric con casi un 3%, pero con empresas como la compañía francesa de lujo LVMH, la utility TotalEnergies, entre otras. Es decir, representan entre las tres un 15% del total del índicador paneuropeo, frente al 33% de las megacap en EEUU. 

La compañía alemana SAP, que, por cierto se mantiene dentro de la cartera tendencial de Estrategias de Inversión, con ese avance anual superior al 26%. 

Eso sí, en el Euro Stoxx 600 comprobamos como el 18% que se eleva su índice tecnológico, con estas compañías en cartera, dobla el repunte del indicador en lo que va de ejercicio, del 9%. Aquí entran en juego, entre sus 10 mayores componentes además de las mencionadas, Prosus, Infineon Technol, Cap Gemeni, Dassault Syst,STMicroelectr, y la primera española, Amadeus.

En el Ibex 35 español, la tecnología viene representada también por Telefónica, Cellnex e Indra. Entre las cuatro capitalizan 76.228 millones, por debajo de la más grande Inditex, al cierre del mes de abril, según los datos del informe del selectivo del mes de abril. Amadeus ocupa la sexta plaza con un 4,83%, la octava Telefónica, un 4,34%, la novena Cellnex un 3,93% y la vigésimo quinta, Indra, un 0,57%. Un peso poco específico en el global del índice, del 13,67%. 

De esta forma vemos como la tecnología, con mayúsculas va ganando peso en Europa, pero se mantiene con una presencia limitada en el caso español y sólo con presencia en los campos más tradicionales, como es el de las telecomunicaciones en el caso de Telefónica y sus infraestructuras con Cellnex. 

Solo las soluciones tecnológicas de Amadeus y Minsait, el área tecnológica de Indra, que se espera vender con lo que perderá peso en la compañía, se mantienen como químicamente puras en el ámbito más avanzado de la innovación en este campo.