Nos quedan dos reuniones del BCE para discutir sobre los tipos de interés en lo que va de año, la de mañana y la del 15 de diciembre, pero casi nadie aventura más allá de lo que tenemos delante. Ese encuentro de este jueves en el que se descuenta ya por el mercado lo que Goldman Sachs consideraba ya el mes pasado: una subida de 75 puntos básicos hasta dejarlos, en su tasa de refinanciación en el 2% desde los niveles del 1,25% en el permanecen desde el último encuentro, el de septiembre.
Esa subida abrupta en la que, como bien indican desde ING, hemos pasado del nada al todo y para lo que, parafraseando la canción de Depeche Mode, como indica la entidad holandesa, “Just can’t get enough”, nunca es suficiente para los miembros del Consejo con Christine Lagarde a la cabeza, ni tan siquiera una recesión en ciernes, con Alemania esta vez liderando a los países más perjudicados por la crisis desatada por Rusia.
Aunque el BCE mira de frente a la inflación también mira de reojo a ese efecto pernicioso en la economía, aunque de momento se mantienen inflexibles en la idea de seguir siendo los tipos lo que sea necesario. Eso con luz y taquígrafos, porque, a pesar de que dos de los halcones del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo se han pronunciado en los últimos días a favor de un incremento mayor, el peso de la recesión, aunque en este caso en privado, sigue pesando en sus decisiones. Los halcones a los que nos referimos son Joachim Nagel, el presidente del Bundesbank y Pierre Wunsch, su homólogo al frente del Banco Central de Bélgica.
Y aunque todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo, parece que la idea filtrada en la Fed estos días y que hace remontar a los mercados, sobre la posibilidad de levantar el pie del acelerador en las subidas de tipos para no dañar más de lo estrictamente necesario, de forma indirecta al PIB, sí es una máxima que podría implementarse para las subidas de las próximas reuniones. Exactamente para la de diciembre del BCE, aunque Goldman Sachs, también apuesta por una subida de 75 puntos básicos en los tipos de los países de la moneda única. Todo ello para seguir el incremento, más moderado en febrero de 2023 y llevar, por tanto, la política monetaria, con un presunto incremento entonces de 50 puntos básicos, a un territorio mucho más restrictivo.
Y es que, según la encuesta, en este caso de Bloomberg, el riesgo de recesión en la eurozona acaba de llegar a su nivel más alto desde julio de 2020, ante el aumento de las restricciones energéticas en este invierno. Aunque también refleja la opinión de los expertos sobre que el debilitamiento esperado de la actividad económica no será suficiente para asesar un golpe mortal a la inflación y que esta descienda de una forma significativa.
De hecho, los economistas consultados por Bloomberg estiman que la posibilidad de contracción de dos trimestres en los próximos 12 meses es de nada menos que del 80%. Y más allá de nosotros, consideran que la probabilidad en Estados Unidos sube del 50 al 60%.
La encuesta de Reuters indica que habrá aumento de 75 puntos básicos, casi ya telegrafiado a los cuatro vientos, mientras los precios de consumo quintuplican su objetivo de inflación. Los precios de la energía siguen detrás de todo ello y no se espera que la caída del IPC se modere hasta los niveles deseados por el BCE hasta dentro de dos años, a finales de 2024, según los expertos.
Desde Generali Investments, también apuestan por 75 puntos básicos en la subida, porque consideran que las razones para endurecer la política monetaria siguen siendo las mismas y que habrá más. En Carmignac, su miembro del comité de inversión, Kevin Thozet destaca que el tono “hawkish” se mantendrá en la penúltima reunión del año, con esos tres cuartos de punto a la vista. Y apuesta por igual cuantía para la reunión de diciembre.
François Rimeu, estratega senior de La Française AM indica que el BCE “anunciará cambios en la remuneración del exceso de liquidez, las Operaciones de Financiación a Largo Plazo -TLTRO, por sus siglas en inglés, para animar a los bancos a reembolsar anticipadamente los préstamos TLTRO.
Y desde Ibercaja Gestión, Cristina Gavín, responsable de Renta Fija, apuesta por otros 75 pb, justificados por el dato de inflación y espera que Lagarde deje claro su mensaje sobre el nivel de llegada de tipos.