La estrategia de inversión en bonos corporativos emergentes de la gestora Erste Asset Management, ha logrado generar elevados rendimientos a los inversores en 2020. Un comportamiento positivo que ha sido reconocido por la revista alemana €uro Magazin, que ha vuelto a reconocer al fondo Erste Bond EM Corporate con el galardón de mejor fondo en los mercados emergentes.
El foco de la estrategia ha sido un posicionamiento inversor óptimo, en los mercados emergentes con mayor potencial, aquellos que mejor están sabiendo aprovechar la salida de la crisis tras la pandemia COVID 19. Es el caso de China, un país que alcanzó un crecimiento del PIB del 2,3% en 2020, según la oficina estadística local, lo que la convierte en la única nación con un crecimiento positivo en 2020 entre las principales economías del mundo. La recuperación del crecimiento chino fue amplia, liderada por las inversiones y las exportaciones, una tendencia que continuará en 2021.
Así, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que China podría crecer más del 7% este año. "Muchas industrias se están beneficiando del repunte de China y del apetito por las materias primas", subraya Péter Varga, gestor de Erste Asset Management y gestor principal del fondo ERSTE Bond Emerging Markets Corporate. "Desde principios de año, China ha estado comprando el doble de petróleo que la media de los últimos cuatro años. En parte para satisfacer las necesidades de su economía, y en parte para reponer sus reservas y existencias."
Apetito por las materias primas
Además, China está invirtiendo mucho en los sectores industriales del futuro, desde los fabricantes de conducción autónoma hasta las energías renovables. Para Varga, el motivo es claro, “reducir la futura dependencia del gas natural licuado y del suministro de crudo del exterior”. Las gigantescas necesidades energéticas del país se cubrirán cada vez más con energía nuclear, solar o eólica en el futuro, y la cuota de las energías renovables en el consumo total es actualmente de algo más de una cuarta parte (2019), y va en aumento.
Según Varga, las empresas de la nueva economía, como las encuadradas en el sector de alta tecnología, caso de Tencent, se han beneficiado enormemente del repunte económico chino. "En este sector, así como en el de los proveedores de tecnología, hemos tomado beneficios porque difícilmente podemos encontrar elevadas primas de riesgo en los bonos, dado que las compañías han acumulado enormes reservas de efectivo".
En este escenario, ha quedado demostrado que las empresas que se centran en la sostenibilidad y en las energías y tecnologías renovables son las que tienen mejores perspectivas. Sin embargo, es importante disponer de un análisis preciso y una evaluación realista para " separar el grano de la paja", comenta Péter Varga. Al fin y al cabo, los bonos suben y bajan en función de los éxitos y los fracasos de los emisores.
A la hora de seleccionar una compañía para la cartera, un análisis intensivo es crucial. "Aunque al principio eran los sectores estructuralmente relevantes, tales como la producción de alimentos o las telecomunicaciones, aquellos que se beneficiaban mejor del escenario económico, las empresas industriales clásicas se han convertido ahora en oportunidades de inversión", explica Varga.
Más en concreto, Varga se refiere a compañías "brick an mortar", aquellas que no sólo aportan bienes y servicios digitales, sino que son activas en áreas tradicionales como la industria química, la ingeniería mecánica, la industria eléctrica y el sector del papel. Varga cita como ejemplo al fabricante de papel brasileño Klabin, que se está aprovechando de la fuerte tendencia al alza de los precios de los envases y la pasta de papel.
Factores ESG relevantes para compañías emergentes
Los sectores tradicionales también están experimentando cambios. Los factores de sostenibilidad basados en criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza) se han convertido en protagonistas en las carteras de los gestores. Así, tanto el nuevo presidente de EE.UU., Joe Biden, como la Comisión de la UE, encabezada por Ursula von der Leyen, han presentado planes ambiciosos para alcanzar la neutralidad en las emisiones de CO2, y una economía más sostenible.
Un objetivo que beneficiará enormemente a las compañías sostenibles. Las nuevas normativas en el ámbito de la sostenibilidad, tales como el impuesto a la importación de CO2 previsto, o los planes relativos al negocio del hidrógeno, tendrán efectos en el sector de emisiones corporativas en los mercados emergentes.
La economía verde está impulsada por nuevos flujos de inversiones y por la voluntad política de los jefes de Estado y de Gobierno; un ejemplo de cómo las empresas puedan aprovechar esta tendencia, es el caso del productor de acero ucraniano Metinvest, que se ha beneficiado de la creciente demanda de pellets de mineral de hierro, porque permiten reducir el contenido de CO2 en la producción de acero.
"Las empresas que operan en el ámbito de las energías renovables y otros, como por ejemplo el reciclaje, se beneficiarán claramente de esta tendencia hacia la sostenibilidad. Por lo que es crucial nuestro análisis y nuestro compromiso para encontrar la forma de convencer a las compañías tradicionales de que asuman estrategias de sostenibilidad·”, dice Varga.
Como ejemplo de ello, el área de sostenibilidad de Erste Asset Management consiguió establecer un sello de sostenibilidad para la empresa química brasileña Unigel. "Esto supone una oportunidad para que nuestros fondos ESG inviertan en las empresas. Aquí es donde se genera realmente Alpha", concluye Varga.