DIA apunta que estas pérdidas de 418,7 millones de enero a junio se deben a una "serie de factores negativos y extraordinarios".
El grupo de distribución enumera entre esta serie de factores el despido colectivo que ha llevado a cabo en España y otras medidas de recorte de plantilla en Brasil para mejorar la productividad, los muy elevados niveles de falta de 'stock' en las tiendas del grupo durante todo el período, el cierre de 663 tiendas deficitarias con una contribución negativa permanente, el traspaso de tiendas franquiciadas a propias que ha afectado inicialmente a 222 tiendas con el objetivo de mejorar y reforzar la red de franquicias y un plan de optimización del surtido comercial para lograr una reducción significativa del número de marcas en las tiendas.
Asimismo, DIA también explica a través de un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha interrumpido "actividades no estratégicas para reducir la complejidad y mejorar la eficiencia", y ha reconocido "devengos, pérdidas o bajas contables de cuentas a cobrar, riesgos y pasivos que había que provisionar".
Las ventas del primer semestre ascienden a 3.444,5 millones, lo que implica un descenso del 7% frente a la facturación del grupo en el primer semestre de 2018. Como consecuencia de ello, el ebitda ajustado hasta junio es de 33,2 millones, un 83,9% menos que en el mismo período del pasado año. A este respecto, DIA señala que los mayores impactos en el ebitda ajustado, que suman 88,8 millones de euros, se refieren a los esfuerzos de liquidación de existencias y a las amortizaciones de cuentas por cobrar.
La cadena de supermercados explica que con la llegada de la nueva dirección y la inyección de liquidez de junio, la prioridad inmediata ha sido "normalizar la relación con los proveedores, eliminar las faltas de stock y abastecer completamente las tiendas y almacenes, con el fin de estar preparados para dar un servicio completo a los clientes y volver a la normalidad lo antes posible".
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El efecto positivo de esta normalización ya es visible en julio y agosto, ya que en este periodo las ventas comparables muestran una recuperación gradual y significativa desde los mínimos históricos registrados en junio (-15,5%).
“La nueva dirección de DIA es plenamente consciente de la exigente situación. El equipo tiene los conocimientos y la experiencia para poner el negocio de nuevo en marcha y continuar tomando las medidas necesarias para situar a DIA en una posición de fuerza y lograr el éxito a largo plazo. Todos los días habrá mejoras y cambios, lo que llevará algún tiempo", señala Karl-Heinz Holland, consejero delegado de DIA.
DIA, que anunció el pasado 6 de septiembre que su filial de tiendas de cuidados y belleza Clarel seguirá formando parte de la compañía, apunta que en el marco de la ya anunciada desinversión en el negocio cash & carry, la compañía ha iniciado un proceso de despido colectivo para su filial Grupo El Árbol, que afecta principalmente al cierre de las tiendas Max Descuento y que podría afectar a 210 empleados.
Recomendación de venta y poco que hacer a nivel técnico
Tras la presentación de estos resultados, DIA cae un 2% en bolsa este lunes hasta los 0,49 euros por acción. DIA se revaloriza un 6% en lo que va de año.
A nivel técnico, su soporte de medio plazo se encuentra en los 0,456 euros y su soporte a largo plazo en los 0,33 euros. La resistencia a medio plazo se encuentra en los 0,64 euros y la resistencia a largo plazo en los 0,699 euros. A nivel técnico según los indicadores Premium de Estrategias de Inversión, DIA cotiza con tendencia a medio y largo plazo bajista, momento negativo, volumen decreciente y volatilidad creciente.
A nivel fundamental, DIA cotiza a 0,9 veces por valor en libros y capitaliza 311 millones de euros. A DIA le siguen siete firmas de análisis, cuatro apuestan por mantener y tres por vender y fijan su precio objetivo medio en los 0,58 euros por acción, lo que implica un potencial alcista del 18,56%.