Además, el presidente Barack Obama ha nombrado a Stanley Fischer como candidato para la vicepresidencia de la autoridad monetaria, según varios medios, siguiendo el consejo de Yellen. Esto podría indicar que Yellen tendrá más apoyo mientras se enfrenta a los dos “halcones” que entran este año en la votación sobre los tipos: Richard Fisher y Charles Plosser, presidentes de la Fed de Dallas y Philadelphia, respectivamente. Los otros dos miembros que comienzan a tener derecho de voto en 2014 es la conocida centrista Sandra Pianalto, de la Fed de Cleveland, y Naryana Kocherlakota, presidente de la Fed de Minneapolis, que ha apoyado activamente a las políticas de estímulos.
Cabe destacar que Esther George, presidenta de la Fed de Kansas City y halcón que votó en contra de todos los comunicados el año pasado salvo en la última reunión, y Eric Rosengren, presidente de la Fed de Boston, que votó en contra de reducir las compras en la última reunión, dejan de tener derecho de voto este año.
NI LOS MERCADOS EMERGENTES NI EL EMPLEO FRENARÁN EL TAPERING
Aunque la Fed sigue centrándose en el paro y el último Informe de Empleo mostró la creación de sólo 74.000 puestos de trabajo, PNC Financial Services señala que todo lo demás muestra que la economía estadounidense va por el buen camino y hay mejoras en el mercado laboral. “Los 74.000 empleos de diciembre no reflejan lo que de verdad ocurre en la economía”, ha insistido Gus Faucher, economista jefe de PNC, a CNBC. “Por lo tanto, creo que la Fed reducirá sus compras”, ha concluido.
Además, Société Générale considera que es “improbable”que la debilidad reciente en los mercados emergentes y la renta variable americana afecten a la decisión de la Fed. Asimismo, JP Morgan señala que el crecimiento en el extranjero tendrá que registrar un descenso severo para que tenga un efecto destacado en la economía de Estados Unidos. “Hasta el momento, ni siquiera es verdad que un par de días de estrés financiero internacional sean suficiente para cambiar las perspectivas de la economía global y mucho menos tener un efecto sobre la economía estadounidense”, comentan estos analistas.
J.M.