Este plan puesto en marcha de una forma tan apresurada, que supuso la inyección de una gran cantidad de dinero a corto plazo es lo que ha provocado la fuerte subida del S&P 500 desde mediados de septiembre hasta hoy.
En nuestro comentario de ayer dijimos que era muy probable que los índices bursátiles estadounidenses experimentasen una brusca corrección antes de que concluyera el mes de noviembre, dado el sentimiento alcista extremo de los inversores y de los gestores de fondos.
En la sesión del miércoles vimos como el S&P 500 perforó la recta directriz alcista de corto plazo.
Los medios de comunicación volvieron a recurrir a la marcha de las negociaciones comerciales entre China y EEUU para explicar el movimiento.
Tras la aprobación por el Senado de los EEUU de un proyecto de ley que apoya a los manifestantes de Hong Kong, China a acusó a los EEUU de interferirse en los asuntos internos chinos.
Esta fue la excusa que utilizaron los medios de comunicación para justificar la caída de las bolsas.
Tal y como hemos venido diciendo en comentarios anteriores, las bolsas se han estancado porque se ha alcanzado un sentimiento alcista extremo, como prueban los bajos niveles de liquidez que tienen los fondos de inversión.
Es lógico que, tras una subida tan importante como la que han experimentado las bolsas de EEUU tras la puesta en marcha del QE4, ahora se paren y experimenten una corrección proporcional.
Ayer se hicieron públicas las actas de la reunión de octubre del FOMC, y de ellas se deduce lo que ya sabíamos, sus miembros no ven la necesidad de nuevos recortes de tipos.
La Reserva Federal también publicó las actas de la videoconferencia ad hoc no programada del 4 de octubre durante la cual el FOMC acordó lanzar inesperadamente el “Permanent open market operations” (POMO), conocido más coloquialmente como el QE4 o el” NoQE”.
Con este programa el FED quería solucionar la crisis de los “repos”.
El FED ha tratado de averiguar qué provocó la crisis a mediados de septiembre.
De acuerdo con el análisis realizado por los empleados de la Fed y a partir de los comentarios del mercado, la Fed concluyó que "muchos factores contribuyeron a las tensiones que surgieron a mediados de septiembre. En particular, los límites internos de riesgo de las propias instituciones financieras y de los costes financieros pueden haber ralentizado la distribución de liquidez del sistema en un momento en que las reservas cayeron bruscamente y las emisiones del Tesoro se elevaron".
La conclusión es bastante pobre: fue culpa de todos y, por lo tanto, de nadie.
Los miembros del FOMC también discutieron el ritmo al que se deberían realizar las inyecciones de liquidez. Ahora sabemos que el balance de la Fed ha aumentado en 285 mil millones dólares en las últimas 8 semanas, la expansión más rápida jamás registrada, superando QE1, QE2 y QE3. Y a pesar de ello, Powell tiene el valor de decir que no es un QE.
Este plan puesto en marcha de una forma tan apresurada, que supuso la inyección de una gran cantidad de dinero a corto plazo es lo que ha provocado la fuerte subida del S&P 500 desde mediados de septiembre hasta hoy.
El mercado y el FED creen que la próxima crisis monetaria podría producirse en abril de 2020, con el siguiente pago de impuestos.
La desconexión entre la economía real y la marcha de los mercados financieros es cada vez mayor. Los bancos centrales van atenuando los riesgos más inminentes pero los riesgos fundamentales de la economía global persisten.
El envejecimiento demográfico inevitablemente reducirá el crecimiento potencial, y las restricciones a la migración empeorarán el problema, a los que debemos añadir los daños causados por el cambio climático.
El S&P 500 perforó la recta directriz alcista de corto plazo y marcó un mínimo en 3.090. Y desde ese nivel rebotó hasta cerrar en torno a 3.107, tal y como podemos ver en el gráfico horario que recogemos a continuación.
Por lo tanto, podemos decir que el S&P 500 ha respetado la primera zona de soporte que se extiende desde 3.090 hasta 3.080.
Por debajo de esa zona el siguiente soporte se encuentra en la zona 3.060 y el más fuerte, un poco más abajo, en 3.020.
Ahora bien, a corto plazo mientras el S&P 500 se mantenga por encima de esa zona de soporte vamos a considerar como escenario más probable que se mueva de forma lateral entre 3.120 y 3.090.
El DAX Xetra perforó el soporte de la zona 13.160, pero no se desplomó. Fue capaz de frenar su caída en torno a 13.100, donde se encontraba la siguiente zona de soporte.
Es indudable que tanto el S&P 500 y el DAX Xetra han iniciado una fase correctiva. Es decir, han pasado de estar desplegando un tramo al alza a sumergirse en un movimiento lateral.
El IBEX 35 presenta una resistencia en 9.300 y el soporte en 9.140. La perforación del 9.140 abriría el camino hacia el 9.000. Tal y como hemos dicho en comentarios anteriores, creemos que lo más probable es que se encamine al.9.000.