2018 ha dejado magullados a los inversores. La mayoría de clases de activos registraron rentabilidades negativas, mientras que los activos monetarios en USD batieron a la renta fija y la renta variable por primera vez desde 1992. Pero antes de que los inversores puedan dar por concluido el año, todas las miradas estarán puestas en la próxima reunión de la Fed. Todo en un momento en que se empieza a  advertir del riesgo de una posible curva de tipos invertida después de que el tramo del 2 al 5 años haya entrado en terreno negativo hace unas semanas por primera  vez desde 2007. Una situación que, dicen lo expertos, en caso de que produzca en el spread entre el bono a 2 años y el de 10 años haría pensar en un aviso de deterioro económico y podría ser una advertencia de una posible caída en los mercados, como ya ocurriera en el año 2000 y en 2008. Ramón Bermejo, analista del Servicio de Trading Profesional reconoce que "si este diferencial alcanza el nivel cero podría llegar a una situación de curva invertida que alerta de riesgo de caídas en la renta variable y recesión en la economía".

 

 

De hecho, tal y como se aprecia en el gráfico, cada vez que la curva se ha internado por debajo del nivel de cero "la renta variable ha desarrollado en los meses posteriores fuertes caídas". (Línea morada).

 

 

Con lo que la presión sobre la reunión de la  FED esta semana (la última del año, por cierto)  está servida. Si bien es cierto que el presidente el organismo, Jerome Powell, y sus compañeros del FOMC han sido más cautelosos en las últimas declaraciones, el mandatario federal tendrá que enfrentarse a algunos datos de debilidad en la economía de EEUU, particularmente en sectores sensibles a los tipos de interés (como la vivienda). La Reserva Federal ya ha subido ocho veces los tipos desde que comenzara su fase de "normalización" monetaria pero surgen dudas sobre dónde se encuentra el tipo de interés de equilibrio. Para Aberdeen esto no cambia su previsión de cuatro subidas más de tipos de interés, hasta el 3,1% para finales de 2019, aunque sin descartar que,  en caso de que haya nuevos repuntes de nerviosismo en los mercados o una caída más abrupta de la economía, el organismo frene su política de subidas.

A pesar de debilidad en algunos puntos de la economía, lo cierto es que en términos agregados sigue creciendo con fuerza. "Nuestra previsión habla de un crecimeinto del 3,3% en el cuarto trimestre en esta fase temprana del ciclo, sobre una previsión del 2,5%. Mirando hacia 2019, siempre hemos marcado una clara desaceleración en la actividad aunque el creicmiento solo caerá por debajo de su tendencia a finales de año". De hecho, aunque el estímulo fiscal se desvanezca, debería seguir siendo un apoyo en los mercados en los próximos trimestre al igual que lo debería ser la caída en los precios del petróleo.

¿Qué esperar en esta reunión?

Todas las voces hablan de una subida en esta reunión, en la que no será sorpresa ver que continúa el reciente cambio en la retórica. Es posible que Powell sea consciente de la dificultad a nivel global, el estrés en el mercado interno y la debilidad de los datos macro. Y en cierto modo, dicen desde Aberdeen, el organismo seguirá mostrando su "data-dependencia". Una reunión en la que apenas se deberían  ver cambios en las proyecciones de inflación subyacente.  En cuanto a los tipos de interés, la FED está actualmente señalando un alza en diciembre, tres subidas más el próximo año y una en 2020 en su punto mediano. Los expertos de Aberdeen creen que hay que ser "cuidadosos para no enfocarnos demasiado en dónde se encuentra la mediana, dado que algunos votantes individuales como Powell obviamente serán mucho más influyentes. Sin embargo, será interesante ver si algunos de los puntos caen un poco. Con una distribución finamente equilibrada tanto en 2019 como en 2020, solo se necesitarían un par de movimientos para reducir la proyección de la tasa media". Esto sugeriría que se están desarrollando fracturas dentro del comité sobre cómo interpretar los desarrollos recientes. Desde una perspectiva de mercado, un cambio hacia abajo en los tipos de interés "podría verse como el comienzo de una retirada de la política acomodaticia, o una señal de que la Fed todavía tiene la intención de ofrecer más ajustes de los que ha tenido en cuenta".

 

 

La pregunta ahora es cómo deja esto a los activos de renta fija. Andrea Iannelli, Director de inversiones en renta fija de Fidelity International, expone sus expectativas en torno a este activo aludiendo al sesgo  restrictivo, liderados por la Reserva Federal, que hay en la mayoría de los bancos centrales. El mercado descuenta otra subida en la reunión de diciembre. Sin embargo, las perspectivas en torno a la Fed de cara a 2019 se han enturbiado ante la aparición de indicios de ralentización económica, agotamiento de los estímulos presupuestarios y endurecimiento de las condiciones financieras.

En bonos investment grade, mejor Europa que EE.UU: La tregua comercial entre EE.UU. y China que se anunció durante la cumbre del G20 podría propiciar un rebote a corto plazo en la deuda corporativa investment grade (IG) de EE.UU., pero mantenemos la cautela. La deuda corporativa IG europea es más atractiva, merced a unos diferenciales que se sitúan en 150 pb y son similares a los de la deuda IG estadounidense, a pesar de los mejores fundamentales europeos. La escalada de la guerra comercial se ha aplazado y con ello se ha disipado una de las mayores incertidumbres para el mercado. Las otras grandes cuestiones —Italia y el Reino Unido— siguen sin resolverse y mantendrán la volatilidad en cotas elevadas. Sin embargo, las valoraciones están en niveles atractivos y hay margen para sorpresas positivas y estrechamientos de los diferenciales.

Preferencia por los bonos HY de Asia:  En bonos high yield (HY), desde un punto de vista regional en Aberdeen siguen reforzando selectivamente la exposición a Asia. Un rendimiento de dos dígitos en el dólar convierte a los bonos HY asiáticos en una opción atractiva para los inversores orientados a las rentas y encarece mucho las posiciones cortas/infraponderadas. Sin embargo, "esta clase de activos se encuentra barata por una razón, y para que los activos HY de Asia se recuperen de forma duradera, las tensiones comerciales han de relajarse y las condiciones crediticias tienen que suavizarse en China. A corto plazo, somos menos optimistas sobre los bonos HY europeos, que se enfrentan a los problemas de la región, así como a las dificultades más estructurales que también afectan a otros mercados de HY".

La deuda emergente, en una encrucijada:  El año 2018 ha sido una verdadera montaña rusa para los mercados emergentes que ha deparado alegrías y decepciones. Argentina, Brasil y Turquía son solo algunos ejemplos de países que mantuvieron muy ocupados a los inversores. "A medida que se aproxima el 2019, pensamos que esta clase de activos se acerca a un punto de inflexión. Si miramos más allá de las dificultades conocidas por todos, existe una lista creciente de razones que justifican una postura más optimista.  En el cómputo general, pensamos que los argumentos alcistas en torno a la deuda emergente son ahora más sólidos. Durante el trimestre anterior, deshicimos la mayoría de nuestras principales posiciones cortas e infraponderaciones y nos aproximamos a un posicionamiento neutral, tanto en los mercados de deuda corporativa como en los de divisas"; concluye Ianelli.