La prima de riesgo española sigue controlada tras tocar en la última semana los niveles de febrero, en el que la diferencia de rentabilidad entre la deuda alemana y la española a diez años se colocaba en los 70 puntos básicos. El BCE sigue siendo el “guardián de la puerta” y se encarga, con su política monetaria ultraexpansiva y la compra de bonos por doquier de los países, de mantener a raya posibles oscilaciones preocupantes.
Pero dentro de ese tango, lo cierto es que nuestro spread ha sumado posiciones en la última semana que ahora se corrigen. El tensionamiento de los mercados financieros europeos por la virulencia que está cogiendo la anticipada segunda ola del coronavirus, pone de nuevo la incertidumbre en el primer plano de preocupación de los inversores. Algo que ha provocado el aumento a niveles que rozan los 80 pb.
Lo cierto es que nuestra prima sigue muy alejada de la italiana, que sigue presentando, con Grecia los peores parámetros europeos. En Italia el diferencia con la deuda alemana ha llegado a superar los 133 puntos básicos frente a los 145 que ha tocado la griega, con Francia en el entorno de los 28pb.
Fuente: Infobolsa
Así el interés de la deuda española a largo plazo se mantiene en niveles de octubre de 2019, con una rentabilidad del bono de referencia a 10 años del 0,12%, incluso inferior al que encontrábamos con la prima en 70 puntos básicos. La diferencia estriba en el aumento de la negatividad del bono alemán, siempre refugio para los inversores cuando se incrementa la incertidumbre.
De momento, el gobierno no quiere elevar más, la ya subida exponencial de la deuda española que se dispara por el gasto público en la pandemia. De hecho, el Gobierno no es partidario de utilizar los préstamos comunitarios del plan de reconstrucción por valor de 70.000 millones de euros para no aumentar el endeudamiento, y solo acogerse a las transferencias a fondo perdido. Una fórmula que también favorece a la prima de riesgo.
Todo ello conscientes de que el BCE seguirá manteniendo a raya las primas de riesgo. Veremos si hay novedades sobre este asunto en la próxima reunión de política monetaria del día 29 de octubre, con palabras o movimientos que afiancen el compromiso del banco central con sede en Frankfurt en que su apoyo se va a mantener en el tiempo todo lo que sea necesario ante el recrudecimiento de la pandemia.
De momento Christine Lagarde, la presidenta del BCE, sigue insistiendo en que las ayudas públicas de la UE estén disponibles cuando antes, a comienzos del año que viene para potenciar el efecto público en la salida de crisis, ya que de momento todo el soporte comunitario lo mantiene la entidad.