Como se veía venir el mercado, la OPEP, muy condicionada por su más poderoso productor Arabia Saudita no rebaja la producción de petróleo, apoyada seguramente por Irán que no quería tocarla porque bastante tiene con las cuotas que le ponen.
Y no es que no haga falta, porque antes de empezar Venezuela que la sobreproducción es muy elevada, y el precio del barril de crudo no para de bajar, y ahora está a poco más de 70 dólares por barriles, cuando hace muy poco estaba por encima de 100.
Esta medida especialmente daña a otro productor, no OPEP, como es Rusia, que se ve condenada a problemas muy serios económicos, pues a este precio y con las sanciones por sus disparates militares no le llegan los ingresos.
La causa final de todo esto, ya saben cual es. Los países ricos de la OPEP le han declarado la guerra al fracking y a las nuevas técnicas, para no perder cuota de mercado. Para ellos es un río de dinero igual a 70 que a 100, y si tienen bastante paciencia, conseguirán el cierre de numerosas instalaciones de fracking, especialmente en EEUU que no pueden competir a estos precios.
La guerra económica es total, y seguramente va a traer consecuencias políticas a largo plazo. De una manera o de otra.
El futuro del crudo, que sigue en nocturno, porque hoy no abre oficialmente está sufriendo una volatilidad enorme tras la decisión como podemos ver en este gráfico.
Como ven ya casi en el nivel psicológico de 70, y esta mañana Irán decía que podía llegar a 65...Por si faltaba algo, Libia dice ahora que está terminando de arreglar un importante oleoducto que estaba parado...
¿La parte buena? Pues esto viene muy bien a muchos sectores empresariales, que ven reducidos sus costes, y también los consumidores. ¿La parte mala? Más deflación para Europa, que a su vez sube posibilidades de QE, como vemos un tema realmente complicado, con multitud de ramificaciones por todos lados.